La cara de Angela Merkel no será la misma cuando hoy reciba, con honores militares, al nuevo presidente de la República Francesa, el socialista François Hollande. Después de la "amarga y dolorosa derrota" --según sus palabras-- que su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), sufrió el domingo en el land de Renania del Norte-Westfalia, la cancillera tendrá que hacer más esfuerzos de los habituales para mostrar su sonrisa ante las cámaras y ante su invitado.

Fue muy discutida la designación de Norbert Röttgen, ministro federal de Medio Ambiente, como cabeza de lista de la CDU en el estado más poblado de Alemania, pero Merkel le defendió hasta el final, una defensa que recuerda a la que ejerció con el expresidente de la República, Christian Wulff, quien al final tuvo que dimitir.

Fue también muy discutida la campaña electoral de Röttgen, en la que utilizó los supuestos éxitos de la política de austeridad auspiciada por Merkel en Europa, hasta que le hicieron ver que este no era el camino para derrotar a la socialdemócrata Hannelore Kraft. El mismo domingo por la tarde, tras la difusión de los primeros sondeos a pie de urna al cierre de los colegios electorales, altos cargos de su propio partido criticaron con dureza al candidato derrotado.

Ayer, en la jornada de reflexión y de debate para todos, el presidente de la poderosa Baviera, Horst Seehofer, líder de la CSU, el partido hermano de la CDU de Merkel, formuló serias dudas sobre el trabajo de Röttgen al frente del ministerio de Medio Ambiente. Pero la cancillera confirmó en su puesto de ministro al hombre que logró los peores resultados de su partido en Renania del Norte.

Distancia de 13 puntos

Es evidente que la CDU está seriamente dañada por unos resultados electorales que se preveían negativos, pero no tanto como el 26,3% de los votos, a 13 puntos de distancia de los socialdemócratas, que repetirán su coalición con Los Verdes, pero esta vez con una cómoda mayoría.

Ayer mismo, los dos partidos que el domingo renovaron su alianza en Renania del NorteWestfalia, socialdemócratas y verdes, empezaron a hablar de intensificar su cooperación cara a una coalición para las elecciones generales de otoño del 2013.

El fracaso del domingo llega solo una semana después de una nueva victoria de la unión entre SPD y Los Verdes en el nórdico estado de Schleswig-Holstein, donde gobernarán junto a la minoría danesa. Aun así, la mala cara de Merkel se recompone cada vez que aparecen encuestas a nivel federal. Su partido siempre aparece por delante. En la última, la CDU obtendría el 34% de los votos y el SPD, el 27%. Y las distancias, por el momento, se mantienen estables.