Trípoli ha amanecido este miércoles con el ruido de varias explosiones, según han informado varios testigos. El ruido de los aviones de combate han despertado a los ciudadanos y a primera hora los disparos de las baterías antiaéreas han iluminado el cielo. La pasada noche, la coalición internacional ha mantenido sus bombardeos sobre Libia. La ofensiva, sin embargo, no parece estar ayudando a la insurgencia. En Misrata, en manos rebeldes, la ofensiva de las fuerzas gadafistas está provocando una situación desesperada, con cortes de agua y escasez de alimentos. En los hospitales, desbordados, los médicos operan a los heridos en los pasillos. "La situación en los hospitales es desastrosa", ha explicado un médico de Misrata. "El personal sanitario está exhausto después de un esfuerzo sobrehumano y algunos médicos no pueden llegar al hospital por los tanques y los controles militares", ha añadido. Prueba de ello es que muchos de los heridos que llegan a los hospitales no pueden ser atendidos. Desde el lunes, unas 45 personas han muerto, entre ellas cuatro niños, y más de 300 han resultado heridas por ataques de las fuerzas del Gobierno. Panorama incierto En el este, los rebeldes no logran afianzarse en Ajdabiya, rodeada por los tanques gadafistas, que no han podido avanzar hacia Bengasi después de que la carretera que une ambas ciudades haya sido bombardeada por aviones franceses. Escondidos en las dunas para evitar los disparos que las fuerzas libias hacen desde Ajdabiya, los insurgentes viven un panorama incierto. Apenas tienen armas ni líderes claros ni un sistema de comunicación, ni tan siquiera un plan. Mientras la coalición internacional se resiste a enviar tropas terrestres que podrían guiar a la insurgencia, está por ver si los rebeldes podrán tomar más ciudades y avanzar hacia su objetivo de conquistar Trípoli. A pesar de que el domingo el régimen anunció un alto el fuego, sobre el terreno las fuerzas gubernamentales no han parado sus ataques. En Yefren, 130 kilómetros al suroeste de Trípoli, las tropas del líder libio lanzaron el lunes y el martes una ofensiva mortal que ha dejado al menos nueve muertos y muchos heridos, según un vecino de la población.