Como otras primeras damas de la región, Sandra Torres, esposa del presidente de Guatemala, Alvaro Colom, se ha encargado de distribuir la ayuda social del Estado y tiene por ello cierta popularidad, así que quiere presentarse a las elecciones del próximo septiembre para suceder a su marido al timón del país. Y como la Constitución lo prohíbe, ambos pondrán fin a un feliz matrimonio y se divorciarán de "mutuo acuerdo", para que la primera dama pueda ser candidata.

Casi todo el país centroamericano se quedó estupefacto y la oposición denunció un "fraude de ley", cuando ayer un portavoz del Tribunal Supremo de Justicia confirmó que la demanda de divorcio llevaba 11 días en un juzgado de familia. Para otros, era un secreto a voces. El secretario del partido oficialista, Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), fundado precisamente por Colom y su esposa, dijo lo que suele decirse en estos casos: "Fue una decisión difícil, pero necesaria".

La titular de ese juzgado de familia tiene 20 días para resolver la petición de divorcio. Si lo concede, Sandra Torres tendrá el camino libre para optar a la jefatura del Estado, aunque los opositores anuncian ya otras posibles trabas jurídicas y políticas. Pero el partido gubernamental UNE no cuenta con otros precandidatos y Torres figura ya, con un 11%, en la segunda posición de las encuestas de intención de voto.

El general retirado Otto Pérez se frotaba las manos. Es el candidato del derechista Partido Patriota (PP) y cuenta en las encuestas con casi el 43% de intención de voto.