El desfile de celebración de la investidura de Barack Obama como 44 presidente de EEUU comenzó poco antes de las 20.30 GMT en las escalinatas del Congreso, tras el almuerzo del nuevo mandatario con congresistas y altos funcionarios.

Después de ver desfilar a las tropas de honor, Obama y su esposa, Michelle, entraron en el automóvil presidencial, que lleva la matrícula de USA1, y comenzaron el recorrido por la Avenida Pensilvania hasta la Casa Blanca.

La limusina presidencial, con las banderas de EEUU y del Presidente de EEUU, escoltada por agentes del servicio secreto a pie, comenzó el trayecto sumamente despacio.

El sol, que se había escondido durante el almuerzo, volvió a brillar al comienzo de este recorrido en el que Obama será vitoreado por la multitud apostada a lo largo de la Avenida Pensilvania, hasta la Casa Blanca.

Es de esperar que el presidente y su esposa salgan del vehículo en algún momento de la ruta, aunque no se sabe ni en qué lugar ni en qué momento.

Las medidas de seguridad son extremas en todo el centro de Washington que, desde hace más de 15 horas, está cortado al tráfico rodado y al que sólo se puede acceder en metro.

La nota triste de la jornada la ha puesto el desvanecimiento del senador Edward Kennedy durante el almuerzo celebrado en el Capitolio tras la toma de posesión presidencial.

Kennedy, que llegó a la sede del Congreso con buen aspecto y muy elegante, con un sombrero de ala ancha bien calado, fue afectuosamente saludado por su buen amigo Barack Obama.

Luego, durante el almuerzo, se sintió indispuesto y fue sacado del recinto en ambulancia y llevado a un hospital cercano.

Kennedy padece un tumor cerebral de mal pronóstico.

"Mentiría si no dijera que, ahora mismo, una parte de mí está con él", dijo Obama.