La justicia alemana condenó ayer a 15 años de prisión, la pena máxima por el delito que se le imputaba, al marroquí Munir el Motasadeq, por complicidad con los terroristas que perpetraron los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Washington y Nueva York. El Motasadeq es la primera persona en todo el mundo juzgada en relación al 11-S. El grupo que perpetró los atentados operó, en parte, desde Hamburgo bajo la dirección de Mohamed Atta, líder de los 19 pilotos suicidas.

La Audiencia Territorial de Hamburgo declaró a El Motasadeq culpable de pertenecer a una organización terrorista y cómplice en 3.045 casos de asesinato. El proceso estuvo basado fundamentalmente en indicios y declaraciones de testigos.

VIAJE A AFGANISTAN

Lo que quedó demostrado en el juicio es que el marroquí era amigo de Atta, con quien compartió piso en Hamburgo, junto a otro de los pilotos suicidas, Marwan Alshehi, a quien transfirió dinero cuando éste se hallaba ya en EEUU, en septiembre del 2000. El juez consideró como pruebas centrales un viaje de El Motasadeq a Afganistán y unas supuestas declaraciones suyas: "Ellos están planificando algo grande. Morirán a montones y bailaremos sobre sus tumbas".

El acusado negó haber pronunciado esas palabras y afirmó que su viaje a Afganistán no tuvo relación con los atentados. El Motasadeq dijo que había visitado un campamento de Al Qaeda porque todo musulmán debe aprender a nadar, a disparar, a manejar una espada y a montar a caballo. El juez señaló que El Motasadeq viajó a Afganistán para informar a dirigentes de Al Qaeda de los preparativos de los atentados, algo que no podían hacer los pilotos suicidas, puesto que un sello de Afganistán en su pasaporte hubiera dificultado después su entrada en EEUU.