Trasladados en el tiempo más de 50 años, hoy, el sacramento del matrimonio mantiene su importancia y trascendencia social, aunque las formas han evolucionado y las ceremonias se ajustan más a los criterios de sencillez y alegría a diferencia de la rectitud de antaño. Pero no faltan los protagonistas tradicionales: sacerdote, contrayentes, familiares y amigos invitados que, al unísono, alegran la ceremonia, como ha ocurrido recientemente en la boda de Jordi y Laura, quienes, llegados desde Cataluña, han querido casarse en Fuente-Tójar como ya lo hicieran sus ascendientes.