Sobre estratos descubiertos de una villa de época romana de los siglos III-IV de nuestra era, origen de la actual Fuente-Tójar, en el lugar denominado Fuente del Pilarillo, se construyó a comienzos de la década de los años 50 del siglo pasado la cooperativa de San Isidro, molino de gran actividad que estuvo en funcionamiento durante 57 años y cuyo principal fin fue el aglutinar a los pequeños y medianos agricultores de la zona para rentabilizar la cosecha de aceituna y la producción de aceite.