La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, culpabilizó ayer al PSOE de que el plan anticorrupción aún no haya entrado en vigor, pese a que el grueso de las medidas fue aprobado por el Consejo de Ministros en febrero del año pasado. La número dos del Ejecutivo recordó que el PP paralizó la negociación que había emprendido con los socialistas en materia de regeneración democrática a la espera de que estos renovaran su liderazgo tras el batacazo en las elecciones europeas del pasado mayo.

"No se puede decir en la misma frase que llegan tarde y que les esperemos más. Hemos estado esperando todos estos meses porque creíamos en su voluntad de consenso", argumentó Santamaría en respuesta a las críticas que han aflorado --también en el PP-- ante el retraso que han acumulado las reformas legales contra la corrupción.

La vicepresidenta reclamó de nuevo al partido de Pedro Sánchez que apoye las medidas propuestas por el Gobierno, pero no facilitó que se retome el diálogo al remachar que el tiempo se agota y que la treintena de propuestas del Ejecutivo deben ser aprobadas "a la menor brevedad posible" para que entren en vigor esta legislatura.

OPORTUNISMO POLITICO En el mismo sentido, advirtió a los socialistas de que "nadie entendería que por oportunismo político" no se sumen a un gran acuerdo contra la corrupción "importante para el país".

La vicepresidenta Saénz de Santamaría recordó además que el pleno celebrado el pasado jueves en el Congreso de los Diputados demostró que "todo el mundo", y no solo el PP, "tiene un problema" porque "todo el mundo se puede corromper".