La fiscalía de la Audiencia Nacional mantuvo ayer su petición de cinco años de cárcel contra los cuatro acusados de agredir a la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, con tres tartazos en el 2011 por un delito de atentado contra la autoridad. Por su parte, el Gobierno Foral elevó esta solicitud hasta los nueve años de prisión para el teniente de alcalde de Arruazu, Gorka Ovejero, y a seis años para los otros tres imputados, Mikel Alvarez, Julio Martín e Ibon García.

Los hechos ocurrieron el 27 de octubre del 2011 cuando Barcina presidía la reunión del pleno de la Comunidad del Trabajo de los Pirineos en Tolouse (Francia). Para la fiscala Blanca Rodríguez, esta actuación estuvo "coordinada". La fiscala reconoció que la pena que reclamaba era grave, pero la justificó porque "es lo que la ley establece". Y es que, según la fiscalía, Barcina sufrió un ataque cuando "era el máximo representante de España en Francia" y por ser la presidenta de Navarra que defiende el AVE.

La fiscala también argumentó que la presidenta del Gobierno foral fue atacada "por ser autoridad, pues estaba en el ejercicio de sus funciones" y los tartazos buscaban "denigrar el ejercicio de autoridad". Por ello, rechazó que esta actuación se pueda tildar como "una tontería". "Es un hecho grave", sentenció.

Por su parte, la presidenta de Navarra pidió "justicia" porque la agresión le causó "sorpresa, daño y desorientación". "Sentí un golpe duro, con daño", apostilló. Los acusados se desmarcaron ayer de sus anteriores declaraciones en las que reconocieron haber participado en este acto en una rueda de prensa y en entrevistas. Ayer aseguraron que no estaban en Toulouse cuando ocurrieron los hechos.