El Mariano Rajoy de hoy no es el Mariano Rajoy de cuando estalló el caso Gürtel , en 2009, y podía medir (y alargar) los tiempos todo lo que quería. Esta vez, el presidente del PP ha tardado solo 72 horas en pasar al contrataque y anunciar una auditoría externa. En estos tres días, Rajoy ha sido más consciente que nunca de que el daño que produce un escándalo de estas características es muy diferente si se está en la oposición o en el Gobierno. Y ahora, una vez conquistada la Moncloa, una duda de este tamaño sobre la actuación de los dirigentes del partido que sustenta al Ejecutivo puede tener consecuencias impredecibles.

El jefe del Ejecutivo y máximo líder de los conservadores telefoneó durante el sábado y el domingo a varios integrantes de la cúpula del partido y a los miembros del Gobierno de su máxima confianza. Con algunos, como Javier Arenas, ahora vicesecretario del PP y uno de los defensores del extesorero Luis Bárcenas cuando le imputaron en la trama Gürtel , cenó el viernes en Almería, donde se celebró una reunión intermunicipal, y pudo comentarlo cara a cara.

Algunos de los consultados, que prefieren guardar el anonimato, aseguran que lo escucharon "preocupado" y le advirtieron de la indignación social desatada y de que era necesario una reacción inmediata. Había que demostrar que el PP quiere investigar de verdad y no limitarse a ir a rebufo de los tribunales, puesto que el PSOE, que está personado en la causa por vía de los socialistas valencianos, ya había decidido judicializar el asunto. Rajoy tomó nota y ayer dio un paso al frente.

Montoro, al Congreso

Y en esa nueva estrategia de pasar a la acción, el presidente también intentó ayer frenar los ataques que los socialistas están lanzando sobre Cristóbal Montoro a cuenta de la amnistía fiscal que parece que ha permitido a Bárcenas limpiar 10 millones de euros, y anunció que el ministro de Hacienda comparecerá en el Congreso para dar explicaciones. La secretaria general, María Dolores de Cospedal, dijo que acusar al PP de crear una amnistía a la medida de Bárcenas es "un disparate completamente falso" y que "sorprenden esas afirmaciones por parte de alguien que ha estado en el Gobierno", en referencia a Alfredo Pérez Rubalcaba.

En la rueda de prensa que Cospedal ofreció tras el comité ejecutivo nacional, hizo unas declaraciones que demuestran el temor que se ha instalado en el PP a raíz de las publicaciones sobre el supuesto reparto de sobres y el capital (22 millones de euros) que Bárcenas ocultó en Suiza. La número dos de los populares repitió que su partido ha tenido conocimiento de esa cuenta por la prensa, pero avisó de que el PP "no se puede responsabilizar porque algunos tengan cuentas en el exterior por sus actividades privadas, algo que tendrán que explicar en los tribunales".

Estas palabras de Cospedal retrotraen a las pronunciadas por el abogado de Bárcenas, Miguel Bajo, en Onda Cero el viernes. Preguntado por de dónde provenía el dinero de Suiza, dijo: "El dinero de la cuenta procedía de una actividad de hace 25 años, que Luis Bárcenas tenía como empresario. Y con una serie de compañeros y amigos". Compañeros y amigos. Puede que el caso Bárcenas solo acabe de empezar.