El Gobierno pasó ayer al ataque contra el PP en la sesión de control del Congreso. Era la decimosexta vez que Mariano Rajoy preguntaba a José Luis Rodríguez Zapatero por cuestiones relativas a la lucha contra el terrorismo. El presidente se lo reprochó al líder del PP, que en esta ocasión se interesaba por saber cómo va a impedir el Gobierno que Batasuna participe en las elecciones locales y forales de mayo. "Cumpliremos la ley de partidos al pie de la letra", insistió Zapatero, que reprochó a Rajoy que centre sus ataques en el terrorismo, "una oposición que además de ser poco responsable es inútil para los ciudadanos".

La ofensiva del Gobierno, iniciada por Zapatero y completada por la vicepresidenta y el ministro del Interior, consistió en afear al PP que "solo haga oposición con el terrorismo". "Con lo único que no debería hacerlo", espetó el presidente.

DISOLUCION PREVIA DE ETA Zapatero fue muy escueto en su referencia a la cuestión que le planteó Rajoy. Se limitó a reiterar que aplicará a la formación que encabeza Arnaldo Otegi la ley vigente. Lo que supone que no pondrá más trabas a Batasuna de las que figuran en la norma, y que se concentran en la exigencia de renunciar al uso de la violencia para conseguir los fines políticos. Rajoy, en cambio, exige la disolución de ETA como paso previo imprescindible para que los de Otegi puedan volver a la legalidad. El presidente recordó que es a lo que está "obligado" como Gobierno y que serán los servicios jurídicos del Estado, el Ministerio del Interior y la Fiscalía General del Estado los que aplicarán la norma a las listas que Batasuna intente presentar a las elecciones.

EL COMUNICADO La frase de Zapatero fue "ambigua", a juicio de Rajoy, que advirtió al presidente: "Implora un mensaje de ETA para justificar que una organización terrorista vaya a las elecciones. Costó mucho dejarlos fuera. Si vuelven, el único responsable será usted".

La sesión parlamentaria volvió a ser bronca. La bancada del PP recibió insistentes llamadas al orden del presidente del Congreso, Manuel Marín, que llegó a pedir "ayuda" a la dirección del grupo conservador para controlar a sus diputados. Además, se llevó una invitación a trasladarse "a la bancada socialista" por parte de los que regañaba.

Los populares demostraban su indignación por la nueva táctica puesta en marcha por el Gobierno, que optó por responder brevemente a las cuestiones planteadas por el PP y dedicar el grueso de su turno de palabra en censurar a la oposición la utilización de la lucha anti-ETA en la pugna política. Zaplana y Acebes también dedicaron al terrorismo las cuestiones dirigidas a la vicepresidenta. "Ustedes quieren a Otegi y De Juana en la calle y a Aznar en el banquillo", se lamentó el secretario general de los populares ante el apoyo del PSOE a un posible procesamiento del ex presidente por su apoyo a la guerra de Irak.