Los Reyes de España han aunado con sus visitas a la Córdoba histórica y moderna. Y sus visitas se vieron siempre rodeadas por la acogida multitudinaria, por el calor popular, por un entusiasmo, en ocasiones desbordante, de tantos cordobeses como no querían perderse esos pequeños momentos históricos de la visita de un rey a su ciudad.

Hemos de destacar tres momentos de especial emoción. El más lejano en el tiempo el XII centenario de la Mezquita, en mayo de 1986, en que el Rey pronunció un discurso memorable, una de cuyas frases ha quedado recogida en una placa sobre las paredes cercanas al coro de la catedral. Hace referencia al respeto de las creencias de los pueblos y son muchas las cámaras de los turistas que se la llevan grabada como una espléndida postal de universalidad.

ESTACION AVE El segundo momento destacado en el álbum de los recuerdos sería el de la inauguración de la Estación AVE, la nueva Estación de Córdoba, la que nos ofrecía ya un nuevo sentido y ritmo de nuestros viajes, con la alta velocidad, con la puntualidad, con unos tiempos increíbles para acercarnos a la capital de España. Los Reyes visitaban Córdoba para estar presentes en un acontecimiento que hacía historia, que la escribía en los nuevos pentagramas de la modernidad. Todo el acto fue esplendoroso y magnífico. No sólo la Córdoba oficial, sino el pueblo llano quiso tambien estar allí.

Y como tercer momento especial, sobresale la inauguración de la magna exposición de los Omeyas, en Medina Azahara, con un singular recorrido por aquel lugar de historia tan hermosa. Los Reyes aunaban así la Córdoba histórica con la Córdoba moderna, con su presencia y con ese realce que suponen siempre unas visitas que vienen a demostrar su afecto y su interés por nuestra ciudad, dejándonos en su saludo el mensaje más preciso, más luminoso, de nuevos horizontes para labrar, entre todos, el mejor futuro, la Córdoba mejor soñada en el corazón de los cordobeses.