La teoría más extendida defiende que el homo neanderthalensis , u hombre de Neandertal, es un primo cercano de nosotros, los homo sapiens . Una especie que fue coetánea nuestra durante un tiempo, aunque no antecesora. Pero un reciente estudio sugiere que los neandertales se fusionaron con los hombres actuales.

Hagamos un paralelismo. Equiparemos a los neandertales --menos inteligentes, más primitivos-- con los europeos del sur. Al fin y al cabo, se sospecha que pudieron surgir en la Península Ibérica. Los hombres modernos, más inteligentes y sofisticados, serían, claro, los europeos del norte, particularmente los alemanes. La pregunta, entonces, es evidente. ¿Somos especies condenadas a estar separadas o a fundirnos en una sola?

Por lo visto estos días, parece que los neandertales queremos intimar pero los sapiens y sus dioses --los mercados-- nos miran con malos ojos. Claro que, como decía ayer José Manuel González Páramo, "salir del euro es una opción absurda. Hay gente tan irracional que se suicida, claro, pero en el mundo global que viene, Europa será una o no será".

El problema es que todos coinciden en el diagnóstico, pero nadie en la cura. Y mientras el BCE, la Comisión y los gobiernos se tiran los trastos a la cabeza, la escalada de las primas de riesgo de estos días ha dejado el euro un paso más cerca del colapso. El Ibex 35 subió ayer el 0,48% por las compras de deuda del Banco Central Europeo, pero ha perdido el 2,88% en la semana. Mejor emparentarse.