Nueva Rumasa ha presentado concurso voluntario de acreedores para Cacaolat y Clesa, con lo que ya son cuatro las empresas de la familia Ruiz-Mateos que se encuentran en la anteriormente conocida como suspensión de pagos.

El concurso de Cacalolat será tramitado por el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona, aunque podría trasladarse a otro juzgado, según han indicado a Efe fuentes jurídicas, que recuerdan que el Juzgado de lo Mercantil número 7 de Madrid será el que supervise el procedimiento de insolvencia de Clesa.

La intención es presentar suspensión de pagos para otras cuatro empresas del Grupo Garvey -Complejo Bodeguero Bellavista, Teresa Rivero, Zoilo Ruiz-Mateos y Bodegas Valdivia- y para Quesería Menorquina. Hasta la fecha, Dhul, Carcesa, Cacaolat y Clesa son las empresas que han presentado concurso de acreedores, por lo que de presentarse los cinco anunciados, Nueva Rumasa tendría nueve empresas en concurso de acreedores.

REPERCUSIÓN LABORAL

En la actualidad, dos empresas de Nueva Rumasa han presentado expedientes de regulación de empleo temporal (ERTE) para la totalidad de sus plantillas. El fabricante de helados Royne, filial de Nueva Rumasa, ha presentado un ERTE de seis meses de duración para 172 trabajadores de su fábrica de Leganés (101 trabajadores fijos y 71 fijos discontinuos). Se espera que los trabajadores de las 14 delegaciones con las que cuenta Royne también se sumen a este procedimiento, con lo que se añadirían 142 trabajadores más.

Clesa fue la primera de las empresas de la familia Ruiz-Mateos en presentar un expediente de regulación de empleo por seis meses de duración para 307 trabajadores de su centro de Madrid. La compañía ha anunciado que ha presentado otro ERTE para la planta de Clesa en Caldas (Pontevedra).

Los trabajadores de Cacaolat se han concentrado este viernes ante la planta de la empresa en Barcelona para protestar por la situación que ha llevado al concurso de acreedores, del que culpan a la "mala gestión" de la familia Ruiz-Mateos.

PROTESTAS DE LOS TRABAJADORES

Durante la protesta, que ha reunido un centenar de trabajadores según fuentes sindicales, el director general de Cacaolat, Sebastián Masdeu, ha dicho a Efe que no tiene que esconderse y que lo importante es que hoy se ha presentado el concurso. El secretario general de la federación agroalimentaria de UGT, David Papiol, ha asegurado que el concurso de acreedores es "el primer paso para la desvinculación de una empresa viable como Cacaolat de la familia Ruiz-Mateos" y ha explicado que lo importante es que "uno o varios inversores se hagan cargo del negocio". "Hemos tocado fondo", decían algunos miembros de la plantilla en un ambiente festivo, "pero ahora toca ver cómo mejora la situación, necesitamos compradores".

Miembros del comité de empresa han explicado a Efe que "el concurso era una de las soluciones" y han reiterado que Cacaolat es una empresa totalmente viable y que la causante de la situación es Nueva Rumasa: "No quiero nombrar el nombre de esa familia, pero sin su gestión no estaríamos aquí", ha dicho uno de ellos. En la planta de Parets del Vallès, los trabajadores también se han concentrado para protestar contra la situación de la empresa. Cacaolat tiene una plantilla de 500 trabajadores, 400 en las plantas de Barcelona y Parets del Vallès, y otros 100 en la planta de Zaragoza.