CICLISMO

Fran Menor, el ciclista que ya ha visitado más de 1.200 pueblos de España

“Enseño el legado de cada pueblo y la gente siempre me lo agradece”, dice este jienense afincado en Córdoba

Fran Menor, a su paso por la localidad burgalesa de Poza de la Sal.

Fran Menor, a su paso por la localidad burgalesa de Poza de la Sal. / CÓRDOBA

Antonio Raya

Antonio Raya

Fran Menor es un jienense de 51 años afincado desde hace muchos años en la provincia, por lo que es ya un cordobés más. Aficionado al mundo de la bicicleta desde pequeño, pasó de participar en pruebas clásicas de la provincia como la Guzmán El Bueno a introducirse en retos muy diferentes. Una grave lesión que le tuvo casi tres años postrado en una cama le animó a entrenarse visitando pueblos de su entorno y ahí sigue. Ya son más de 1.200 las localidades de toda España que ha visitado montado en su bicicleta. La provincia la ha recorrido ya prácticamente al completo.

-¿Cuándo empezó a viajar por los pueblos de España?

-Pues inicié esta labor hace cinco años, unos meses antes de la llegada del covid-19. Había sufrido una lesión y mi forma de recuperarme fue haciendo visitas a los pueblos más próximos a Córdoba. Tenía muchas ganas de coger la bicicleta, pues por la lesión de rodilla que padecí me operaron cinco veces y estuve tres años sin apenas poder moverme de la cama. Disputé también por entonces una prueba de 1.200 kilómetros y a la vuelta contactó conmigo la asociación Movimiento Ultreya y desde entonces colaboro con ellos.

-Háblenos de la asociación Movimiento Ultreya.

-La asociación Movimiento Ultreya lleva consigo valores como la solidaridad y compañerismo y también un poco de dinero, pues damos un cheque solidario en los pueblos que vamos visitando. Esta asociación busca patrocinadores a lo largo del año. Por ejemplo tenemos uno importante que se llama +Sol Energía, que aporta dinero, y ese dinero lo repartimos en los pueblos a los que vamos llegando. Le damos visibilidad a esta España vaciada y también algunos recursos económicos para ellos.

-¿Cómo desarrolló la idea de visitar toda España con su bicicleta?

-Cogía la bicicleta e iba cada día a pueblos de la provincia. Posteriormente pasé también a ir a otros de provincias cercanas como Jaén o Badajoz. Me fui animando y ya he ido a cerca de 1.200. Mi hijo me comentó que lo fuera publicando en las redes sociales y así lo hice. Me encontré con que la gente no paraba de comentar mis vivencias y a darles difusión. Lo que hago es hacerme una foto en cada pueblo al que voy y publicarlo en mis redes sociales. La gente comenta mis fotos y habla sobre los pueblos que visito.

El ciclista cordobés muestra su bicicleta.

El ciclista cordobés muestra su bicicleta. / CÓRDOBA

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-¿Qué zonas de España ha visitado más?

-Los pueblos de Andalucía los he visitado ya casi todos, además de gran parte de Ciudad Real, Cáceres o Badajoz. También he ido a muchos lugares de Madrid, Toledo, País Vasco, Asturias, Cantabria, Salamanca y muchos más.

"Hay un pueblo para mí que es de los más preciosos que es Poza de la Sal, un pueblo de la provincia de Burgos en el que nació Félix Rodríguez de la Fuente"

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-¿Cuáles son los pueblos que más te han llamado la atención?

-Hay un pueblo que para mí es de los más preciosos, sin desmerecer al resto, porque mientras más pequeño más magia, que es Poza de la Sal, un pueblo de la provincia de Burgos en el que nació Félix Rodríguez de la Fuente. Ese pueblo es la magia personificada, sus gentes son maravillosas y su gastronomía espectacular. Todo ello sin dejar atrás todos los pueblos de Córdoba y los de la Sierra de Cazorla, también espectaculares.

-¿Hay algún plato que te haya sorprendido por encima de lo normal?

-Normalmente no tengo mucho tiempo de pararme porque son muchos los lugares los que visito, aunque destaco los platos de la zona de Cardeña, porque quien no ha degustado un plato de cochifrito de esa zona y lo ha disfrutado. Todos los lugares tienen su magia.

-¿Realiza algún tipo de entrenamiento especial?

-Para empezar no fumo y prácticamente no bebo alcohol. Hay que tener en cuenta que yo no compito, es decir, que no voy a una carrera que me obligue a hacer un gran esfuerzo en dos o tres horas. Si compites tienes que llevar a muy rajatabla el tema de la alimentación y demás. Yo estoy muchas horas encima de la bicicleta a mi ritmo y quemo muchas calorías, por lo que el cuerpo lo que me pide es comida. Intento comer muchos hidratos, pero si cuando llego a casa la mujer me pone una chuleta o una tortilla, pues me la como. No mido la cantidad de grasas que puedo ingerir como sí hacen los ciclistas profesionales. Llevo una dieta equilibrada pero ya está.

-¿Ha sido ciclista federado?

-Cuando era más joven competí. Hice pruebas como la 101 Kilómetros de Ronda, la Quebrantahuesos o la Guzmán El Bueno, entonces porque me gustaba. También he ido a muchas pruebas cicloturistas, no buscando ganar, solo con la idea de ir a correrlas con los amigos a echar el fin de semana.

Fran Menor, en Málaga.

Fran Menor, en Málaga. / CÓRDOBA

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-¿Le motiva más el reto de ir a tantos pueblos?

-Pues sí porque le veo un sentido a pasar tantas horas encima de una bicicleta. Llega un momento en el que te saturas de bicicleta cuando no tienes objetivos. Yo he encontrado el objetivo de ir visitando pueblos y subirlo a las redes sociales para que la gente opine. Me llena más que si ganara una carrera. Ganar una carrera no me motiva nada a estas alturas pero ir a El Vacar, subir una foto y que la gente hable de ella sí me gusta.

-¿Cómo consigue subir las duras cuestas de los pueblos de montaña?

-Precisamente es lo que más me gusta, porque como no tengo prisa, la montaña la voy subiendo poco a poco hasta que llego al pueblo que busco. Hay un pueblo muy bonito en la zona de Córdoba que es Villaviciosa, una maravilla al estar en plena Sierra Morena. También destaco Hornachuelos o Zuheros.

"Hace poco estuve en Llano del Espinar y allí me tomé un café por 90 céntimos de euro"

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-Le habrán pasado múltiples anécdotas. ¿Cuáles puede recordarnos?

-Me ha pasado muchas veces que cuando me he hecho la foto en el pueblo al que he llegado, mucha gente se ha parado a hacerse fotos conmigo. También que he entrado en un bar a tomarme un café y me han invitado al reconocerme, hasta incluso me he parado un rato con ellos y me han contado sus anécdotas. Enseño el legado que tiene cada pueblo y la gente lo agradece. Hace poco estuve en Llano del Espinar y allí me tomé un café en un bar que me costó 90 céntimos de euro, para no creérselo hoy en día. Hay un pueblo en Ávila que se llama Madrigal de las Altas Torres y allí nació Isabel La Católica, lo que sabe muy poca gente. Una noche dormí en el monasterio en el que nació Isabel La Católica. España es maravillosa, una verdadera joya, por su patrimonio, folklore o la gastronomía. Es un país por descubrir. Mientras más pequeño el pueblo, más maravilloso. Durante la Navidad pasé por El Arrecife y allí, además de ver los pinos adornados como antiguamente, lo que me llamó la atención fue encontrarme muchas casas con las puertas abiertas, lo que no ocurre en las grandes ciudades. Merece la pena ir a estos pueblos por esa paz, tranquilidad y falta de estrés que hay. En esos pueblos chicos se disfruta y se respira paz.