Hay que iniciar el relato pidiendo disculpas. Se intentó, pero no hubo manera. Paco Cobos, un abonado que muestra en las redes su pasión por el Córdoba CF día a día, buscó la manera de conseguir una localidad, un tique, una entrada, un papel, vamos, que diera testimonio de que el Yeclano Deportivo-Córdoba CF se jugó. Apasionado por todo lo cordobesista, lleva años con el Museo Blanquiverde -que tome nota el club- y muchos deberían consultar por redes sociales su trabajo. Sobre todo, los llaveros con las camisetas del Córdoba CF a los que puedes poner tu propio nombre, si quieres, y que no pocos aficionados llevan ya en el bolsillo. Un detalle precioso en blanco y verde.

Así que había que preguntar. Oiga, ¿una entrada? "Es que el partido es a puerta cerrada". Ya, pero habrá algo, aunque sean invitaciones en papel para el palco. "Que yo sepa no han hecho nada". Se indagó lo que el trabajo permitió, pero no hubo manera. Así que a ver si el propio Yeclano Deportivo puede facilitar algo a Paco Cobos, porque no hubo manera.

No era extraña la respuesta y se adivinaba horas antes. Acercarse por La Constitución obligaba poco menos que a dudar, casi a llamar por teléfono para preguntar si de verdad se jugaba allí el partido. Los alrededores del campo, en sí, estaban desiertos. Los negocios, cerrados. En un lateral del campo, lo que equivaldría al fondo sur, aunque lógicamente por fuera, un par de pistas de fútbol sala al aire libre eran ocupadas por un matrimonio con su hijo pequeño, al que enseñaban a golpear el balón. Una pareja de jubilados sentados en uno de los bancos obligaba a pensar que no, que aquí no había fútbol. Había que rodear el campo y allá al fondo, había un par de personas. "Será la cola para el partido a puerta cerrada", pensaba uno. Efectivamente. "No, no, nosotros no entramos, no nos dejan", comentaba uno al cederle el paso para el acceso. Efectivamente. No había nadie.

De hecho, hasta podías pisar el césped mientras calentaban los porteros del equipo local. Algún familiar de algún directivo del Córdoba CF, los jefes del Yeclano y poco más. Luego, a los pocos minutos de empezar el partido, uno podía vislumbrar, en el fondo norte, dos cabezas que se asomaban continuamente. Ese fue el "público" que hubo en el Municipal de La Constitución para ver el Yeclano Deportivo-Córdoba CF. Lógicamente, metidos en harina, se oían los gritos de los banquillos, de los suplentes... Pero poco más.

Y viendo el partido en sí el pensamiento obliga a insistir en lo mismo. No solo por el triunfo del Córdoba CF, sino por la lucha en el campo, la competición en sí. Al partido entre azulgranas y blanquiverdes, ayer, le faltó lo que viene echándose de menos desde que todo esto empezó así, de esta manera tan descafeinada, incluso melancólica. La grada, la gente, el público, los cánticos, los gritos al equipo rival, al árbitro. Nunca será un partido completo, sea el que sea, si siguen faltando ellos. Donde sea, estén a favor o en contra de unos u otros. Seguimos teniendo la competición, pero nos sigue faltando el fútbol.