Una gran acción individual de Dani Alves salvó de la hecatombe a Brasil en su encuentro de clasificación para el Mundial de Rusia ante Paraguay (2-2). En un partido gris de la 'canarinha', tan solo una reacción final liderada por Oliveira en el minuto 80 y rubricada por el futbolista azulgrana en el 91, logró darle la vuelta a encuentro que llegó a ponerse muy cuesta arriba con el tanto del 'Pájaro' Benítez, que situó el 2-0 nada más reanudarse la segunda mitad ante la desesperación de Dunga.

Todo ello tras un duelo donde todo lo que podía salir mal acabó yendo en contra de la selección brasileña. El punto rescatado de la visita al estadio Defensores del Chaco de Asunción adquiere una mayor importancia tras lo visto sobre el césped a pesar de que es insuficiente para los intereses la 'verde-amarelha', que se queda fuera de las cinco plazas que dan acceso al Mundial.

Y es que sin Neymar, ausente por acumulación de tarjetas y con la mente puesta en el Clásico de este fin de semana, el combinado brasileño añora la dosis de magia del azulgrana y se convierte en un equipo vulgar, sin más. Durante 65 minutos, Paraguay dominó y sometió a la 'canarinha' a través de un juego directo que se vio recompensado con los tantos de Lezcano, con un certero derechazo en el 32, y del 'Pájaro' Benítez transcurridos tan solo cuatro minutos de la segunda mitad, tras finalizar una jugada combinativa entre Santa Cruz y Ortiz. El entramado defensivo planteado por Ramón Díaz ahogó la pobre propuesta futbolística de Brasil, que exhibió de nuevo sus problemas de cohesión entre líneas, su fragilidad defensiva y su desconexión en diferentes tramos de partido.

CUESTIÓN DE ORGULLO

Con un panorama desolador y cuando todo parecía decidido, surgió la versión más ofensiva de Brasil para asediar la meta local durante el tramo final. Acumulando llegada tras llegada sin conseguir la tan ansiada finalización, el gol de Oliveira aprovechando un rechace de Justo Villar a disparo de Hulk en el minuto 80 fue el preludio de lo que estaba por llegar. Dani Alves puso la igualada en el 93, tras una gran acción individual que acabó con un zurdazo dentro de la red, e incluso Filipe Luis tuvo en sus botas el triunfo de la 'canarinha' pero un inspirado Villar y Da Silva salvaron la acción (2-2). Demasiado premio para una selección que tan solo tiró de orgullo, la de ser la única selección que nunca se ha perdido una cita mundialista, cuando se vio con el agua al cuello, y que sigue dando síntomas de que la añorada versión del combinado que logró cinco Mundiales sigue todavía muy lejos.

"Tenemos que hacer que nos respeten no sólo por las estrellas del pecho”, afirmó Alves. Con el objetivo de sumar de tres en tres y no descolgarse de la zona noble, Brasil volverá a jugar fuera y lo hará ante Ecuador, que lidera el grupo junto a Argentina, el próximo 29 de agosto.