Una gran tromba de agua que cayó ayer en la localidad sevillana de Ecija imposibilitó que se pudiera disputar el partido entre el titular de la localidad y el Lucena.

El colegiado tinerfeño David Pinto Herrera saltó al campo media hora antes del comienzo del choque y, tras comprobar en varias ocasiones el estado del campo y que el balón no rodaba, decicidió, después de consultarlo con los capitanes de los dos equipos, su aplazamiento.

Una decisión arbitral que no causó ninguna extrañeza a nadie y menos a los dos entrenadores, Hristo Vidakovic y Alberto Monteagudo, que dieron su beneplácito a suspender el partido y buscar otra fecha para disputarlo.

En ese sentido, de momento no se ha barajado ninguna fecha concreta. Si los dos clubs no se ponen de acuerdo tendrá que ser la Federación Española de Fútbol la que establezca la hora y día del choque.

Dada la cercanía entre ambas poblaciones, las dificultades para encontrar la fecha adecuada no serán muy grandes. Aunque ninguno de los clubs ha querido confirmar absolutamente nada, en el ambiente pesaba que el 5 de enero, víspera de Reyes Magos, podía ser una buena fecha para la celebración de un partido tan importante porque puede suponer que el Ecija recupere uno de los puestos de ascenso y el Lucena, salir del descenso.