Castro Santos lo descubrió porque sí, porque no había otro delantero centro que se peleara de espalda contra las defensas rivales. Le dio un sitio privilegiado y después de que lo devaluara insistiendo en que no tenía un delantero centro a su gusto, el argentino lo defendió porque también consideraba que las opciones de peligro eran suficientes como para llevar más goles. Pero los dos últimos partidos han demostrado que quizás no era así, que no eran ocasiones tan claras como las de ayer, como las del domingo anterior ante el Algeciras. Portugal le ha dado su verdadero sitio. Y la compañía adecuada. El argentino volvió a conseguir un gol y a marcar diferencias. "El Córdoba ha hecho un gran partido y ha disfrutado de las mejores ocasiones. Creo que salimos ganadores de forma justa. Incluso pudimos hacer más goles", dijo ayer. Además, añadió que está "muy cómodo en el campo. Tengo mucha libertad y más llegada y creo que ahora se ve lo mejor de mí".