Que Cabra tiene unos vínculos afectivos con el ciclismo arraigados volvió a quedar patente ayer cuando centenares de egabrenses, más de un millar tal vez, se personaron en la salida, paraguas en mano, para despedir al pelotón de la Vuelta Ciclista a Andalucía rumbo a Jaén, donde concluyó la última de las tres etapas que han tenido presencia en la provincia de Córdoba en la edición que hoy concluye.

Si anteayer, José Luis Bergillos, alcalde de Lucena, manifestaba su satisfacción al ver cumplidos los objetivos que se marcó el Ayuntamiento al concertar con Deporinter un final de etapa en el Santuario Virgen de Araceli, el andalucista Miguel Buil no le fue a la zaga en orgullo. Cabra volvió a volcarse con el ciclismo de élite y a disfrutar, una vez más, en un entorno de tubulares, con la presencia del egabrense Antonio Gómez del Moral, director de organización. Eso sí, con un respaldo entusiasta, los egabrenses, con el delegado en Córdoba de la Federación Andaluza de Ciclismo a la cabeza, Pedro Manuel Jiménez, volvieron a demandar un final en alto en el Santuario Virgen de la Sierra, decisivo en ediciones precedentes, y Luis Cuevas, presidente de Deporinter, se comprometió ante las autoridades locales a tenerlo en cuenta para ese proyecto de siete etapas que prepara para la Ruta del Sol del 2004. Ramón Narváez, delegado de Turismo y Deportes de la Junta de Andalucía, destacó el decidido apoyo del gobierno autonómico para ayudar a Deporinter a que la Vuelta a Andalucía de siete etapas sea una realidad. La despedida cordobesa por este año fue testificada, también, por María Dolores Villatoro, vicepresidenta de la Diputación, y Rafael Blanco, vicepresidente del Comité Olímpico Español.

ORGANIZACION NOTABLE

Otro síntoma de la veteranía de Cabra en carreras que requiere de un despliegue organizativo amplio fue la operatividad con que respondió el dispositivo previsto por el Ayuntamiento de Cabra y el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil. Desde antes del mediodía, permanecieron cerradas al tráfico la avenida José Solís, Teniente Fernández, Priego, Avenida Fernando Pallarés y Avenida Fuente del Río, previstas para el tránsito de los ciclistas, que quedaron concentrados en el Parque de la Tejera, donde tuvo lugar el control de firmas y la salida neutralizada. Y la ciudad no se inmutó en la ruptura de la rutina de una jornada laborable. Estaba de fiesta ciclista. Desde allí, punto de escala en la Fuente del Río para partir hacia Jaén. Antes, homenajes bajo la lluvia a la organización al cántabro Oscar Freire, bicampeón mundial, e intercambio de elogios entre Buil, Narváez y Luis Cuevas, que sabre que Cabra nunca le va a fallar.