ENTREVISTA | Aarón Zapico Director de orquesta

"La música es música, no están tan lejos Queen de Vivaldi ni Los Rollings de Haendel"

Este jueves, dirigirá la Orquesta de Córdoba con 'Fiesta viva y ruidosa', un programa de compositores ingleses, italianos y españoles de los siglos XVIII y XIX como Avison, Baset, Crisóstomo de Arriaga o Brunetti

Aarón Zapico, en la puerta del Gran Teatro Córdoba, donde este jueves dirigirá a la Orquesta de Córdoba.

Aarón Zapico, en la puerta del Gran Teatro Córdoba, donde este jueves dirigirá a la Orquesta de Córdoba. / VÍCTOR CASTRO

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

Recién llegado de Galicia, donde ha tocado ante 5.000 espectadores en tres días, el artista asturiano Aarón Zapico (1978, Langreo-Asturias) se pondrá este jueves delante de la Orquesta de Córdoba para dirigir un programa que conecta con la España más bullanguera del siglo XVIII, pensado para crear nuevos públicos y conectar con los que piensan que la música clásica es cosa de eruditos. Aarón Zapico, uno de los músicos más solicitados del panorama español, es además un gran divulgador, cercano y ameno, capaz de contagiar su enorme entusiasmo por la música. Aún queda alguna entrada en el Gran Teatro, yo no lo dudaría.

Este jueves 8 de febrero, presenta en el Gran Teatro de Córdoba 'Fiesta viva y ruidosa', un título muy sugerente que puede llevar a pensar en muchos espectáculos pero no en un concierto de música clásica. ¿Eso es lo que buscaba?

Los músicos clásicos tenemos que luchar contra una serie de estereotipos que son difíciles de sacudir, que la música clásica es aburrida, para élites, que hay que venir con la lección aprendida para poder entenderla... y nada más lejos de la realidad. A la hora de diseñar un programa, uno lucha contra esos estereotipos y busca títulos e imágenes sugerentes, combinaciones de programa atractivas para conseguir, no solo que la gente venga y disfrute, sino que repita, para crear público. Lo que vamos a presentar es la música que se escuchaba en el siglo XVIII en España. Si existiera una radio en ese momento, se habría escuchado esta música, la música de las calles, de los teatros, de los saraos. Una música con mucho recuerdo a lo folclórico, muy rítmica, muy viva. Por eso, creo que es un programa ideal para acercarse a esto de la música clásica.

"Los músicos clásicos tenemos que luchar contra una serie de estereotipos como que la música clásica es aburrida, para élites... y nada más lejos de la realidad"

¿Cómo era el ambiente musical español en el siglo XVIII?

España era en esa época, aunque nos parezca extraño de asumir, una de las capitales culturales del mundo, sobre todo, Madrid como centro neurálgico del país. Había mucha influencia italiana, francesa, en las cortes se fichaba a los mejores músicos y maestros italianos y se creó un batiburrillo de músicos y de música muy interesante. La zarzuela estaba explotando en ese momento, también las tonadillas, que eran intermedios musicales donde se hablaba de los chismes de la sociedad, lo que ofrecía un paisaje cultural muy variopinto y activo. La gente escuchaba mucha música porque era la manera de evadirse, de enterarse de las noticias y una forma de entretenimiento. En otros conciertos, la música es más reflexiva y puede que más difícil de entender, pero este concierto presenta un programa muy interesante para aquellos que se introducen por primera vez, para quee animo a venir sin miedo y sin pensar que hay obligación de investigar o entender nada. Que se sienten, cierren los ojos, se abandonen y dejen que su cerebro les vaya recordando situaciones, vivencias, viajes, personas... a la vez que suena la música.

Aarón Zapico, en una de las pausas del ensayo en el Gran Teatro de Córdoba.

Aarón Zapico, en una de las pausas del ensayo en el Gran Teatro de Córdoba. / Víctor Castro

¿Es esta su época musical favorita a la hora de elegir partitura?

Nunca me lo había planteado, pero sí, es la época de la que más conocimiento tengo y es la que más me gusta porque es el periodo en el que más se experimenta y se cometen excentricidades. El barroco es una época de exceso y me atrae bastante musical y culturalmente.

¿Por qué cree que hay tan pocos jóvenes que se acerquen a la música clásica? 

Hay muchas razones. Primero, esa etiqueta de música aburrida. Está muy mal presentada muchas veces incluso por nosotros mismos, los intérpretes. Si queremos que venga gente joven, hay que ir a buscarles a su espacio, hablar su lenguaje, utilizar sus medios de comunicación y en este mundo, a veces cuesta bajar de ese pedestal en el que nos subimos y pensamos que si no vienen, pues que no vengan... Yo creo que hace falta una labor de difusión y pensar que igual que te gusta una balada de Guns N' Roses te va a gustar una sonata del siglo XVII de Veracini. Aunque te parezca lo más alejado del mundo, lo más bizarro, al final, la música es música, funciona con unos patrones de ritmo, de armonía y de melodía y no está tan lejos Queen de Vivaldi ni los Rollings de Haendel. Si lo escuchas sin contaminación o prejuicios externos, funciona. Pero para eso, deberíamos implicarnos todos, cambiar el lenguaje, las maneras, ver los precios que se ofertan, la idiosincrasia del concierto, cuánto dura, cómo hay que ir vestido... Bueno, y hay que conseguir que en casa, las familias escuchen más música clásica. Si tú lees, tus hijos van a leer. Pues igual. 

¿Le parece compatible que a alguien le pueda gustar escuchar reggaeton y música clásica? 

Yo he venido esta mañana desde el hotel al ensayo escuchando a Eminem, el rapero. La verdad es que aprendo mucho de otros tipos de música, de cómo usan las articulaciones, cómo utilizan el sentido del espectáculo... La música es igual que la literatura. Limitarse a leer autores del Siglo de Oro sería una pena. Sobrevives y llevarías una vida plena, pero por qué no leer novela contemporánea, por qué limitarnos nosotros mismos. Eso me parece un error. Luego encontraremos cosas que nos gusten más o menos, pero de salida y con los recursos que tenemos ahora... Tenemos toda la música del mundo a un click, es una lástima no aprovechar esa oportunidad para escuchar de todo.

"El programa de 'Fiesta viva y ruidosa' me parece ideal para acercarse a la música clásica. Si existiera radio en el siglo XVIII, se habría escuchado esta música, sonará la música de las calles, de los teatros, de los saraos"

¿Cómo aterrizó usted en la música clásica?

A veces, da la impresión de que se necesita una formación especial para caer en la música clásica, o que tienes que venir de una familia muy culta, pero para mí, la manera que tengo de ser moderno es tocar esta música. El problema es que normalmente, los jóvenes y la sociedad está enfocada en escuchar un tipo de música nada más. No hablo de que sea peor o mejor. El día que abramos los oídos a otras experiencias y a otras músicas, veremos que la música es algo infinito y que nos puede gustar prácticamente en su totalidad y no limitarnos a escuchar solo un género o un estilo de música. Yo escucho absolutamente todo tipo de música, a todas le encuentro el atractivo y empecé en el conservatorio a los 8 años porque mis padres querían que tuviera una formación complementaria, más cartas en la baraja para el día de mañana. Ahí empecé en el conservatorio con el piano, luego me especialicé en música antigua en Holanda, hasta que decidí que la música sería mi trabajo, mi profesión y hasta hoy.

Esta mañana, mientras estaba ensayando con la Orquesta de Córdoba, se ha sabido que Salvador Vázquez será el nuevo director. ¿Qué le parece la decisión?

Me parece una decisión muy acertada. Me alegra mucho, tenemos trato personal además de profesional y estoy muy feliz por él, porque en España, este tipo de oportunidades a veces son difíciles de conseguir, así que le deseo lo mejor.

¿Hay rivalidad entre los directores de orquesta?

Supongo que como en todas las profesiones. Yo no veo a los demás como competencia sino como compañeros que se dedican a lo mismo que yo, con mejor o peor fortuna, pero al final estamos todos intentando hacerlo lo mejor posible. Es cierto que a veces se dan casos de amateurismos, de intrusismo... pero creo que no es lo más habitual.

"Una orquesta constituye una herramienta didáctica, pedagógica y social de un impacto tremendo, hay que conseguir que sean sostenibles"

La Orquesta de Córdoba atraviesa desde hace tiempo una situación complicada por cuestiones laborales y económicas. ¿Cree que orquestas como esta son formaciones sostenibles o que están en vías de extinción?

Es difícil contestar a esa pregunta porque España es un país muy variado en sus políticas culturales. No podemos comparar la Orquesta de Córdoba con la Orquesta de Sevilla o con la Orquesta Sinfónica de Galicia, entonces, es muy complicado hablar de una generalidad. Sobre si una orquesta es sostenible... pues no. Una orquesta es un triunfo cultural. Tenemos que exprimirla, cuidarla y quererla, de la misma manera que una compañía de teatro o cualquier manifestación artística. Las concejalías y consejerías de Cultura deben trabajar para que la cultura llegue a todos los públicos y ofrecer diferentes tipos de cultura. Una orquesta deja de ser sostenible cuando se le dedica el 90% del presupuesto de Cultura de una región, debemos hacer que sea sostenible porque constituye una herramienta didáctica, pedagógica y social de un impacto tremendo.

Aarón Zapico, durante los ensayos con la Orquesta de Córdoba.

Aarón Zapico, durante los ensayos con la Orquesta de Córdoba. / Víctor Castro

Dirigir una orquesta que uno no ha dirigido antes, como es el caso con la de Córdoba, debe ser todo un reto. Cuando el director levanta la batuta, ¿todo el mundo sabe lo que hacer? 

Normalmente, trabajamos con anterioridad con la oficina, con la gerencia, con el archivo y los músicos ya conocen de antemano tu trayectoria, saben en qué sobresales, qué puntos fuertes tienes, las partituras que vas a tocar, las han estudiado... No es como una cita a ciegas en la que todo es nuevo. Yo también investigo, escuchas vídeos, audios y vienes más o menos preparado. Y sí, en un tanto por ciento muy elevado, y saben lo que tienen que hacer, pero ahí está lo bonito del trabajo del director porque en el momento de los ensayos puedes moldear un poco el resultado final a tu conveniencia para que suene lo mejor posible.

"La de Córdoba es una orquesta con ganas, con interés en esta música, que tiene mucha energía"

Lleva un día y medio ensayando con la de Córdoba, ¿cómo está siendo la experiencia?

Es una orquesta con ganas, con interés en esta música, que tiene mucha energía y estamos trabajando para que esa energía esté presente durante todo el concierto, cosa que es muy difícil porque demanda muchísimo trabajo y concentración. Estoy muy contento de los resultados. Me quedan dos sesiones más, así que espero poder plasmar todo lo que tengo en la cabeza.

Usted dirige Forma Antiqvua, un conjunto de música barroca en el que interpreta junto a sus hermanos obras que en muchas ocasiones rescatan del pasado. ¿Se siente como un arqueólogo musical?

La música antigua me interesa porque tiene un valor de espectáculo, desde el punto de vista del negocio y porque no deja de ser satisfactorio saber que has recuperado un patrimonio musical que de otra forma permanecería escondido, pero es un objetivo. No me considero ningún Indiana Jones musical.

"Cuando salgo a correr, unos días escucho una ópera y otros un podcast de atletismo o de cine, mis oídos están abiertos a absolutamente todo"

He visto en sus redes sociales que ha salido a correr por Córdoba. ¿Qué música escucha cuando hace footing?

Llevo corriendo tres años y para mí es una medicina física, pero también mental, una cura antiestrés, contra la toxicidad del día a día, los viajes... de estas pequeñas incomodidades ligadas al trabajo, aunque parto de la base de que somos unos privilegiados. Cuando salgo a correr, unos días escucho una ópera y otros días un podcast de cine o de atletismo, otro una lista de música variada... Mis oídos están abiertos absolutamente a todo.

Una última curiosidad, ¿cuántas batutas tiene un director de orquesta?

Yo no utilizo batuta, me encuentro más cómodo utilizando las manos nada más. Usarla o no es algo personal. Los que utilizan batuta, tienen varios de distintos tamaños y cogen una u otra dependiendo de la orquesta que tienen que dirigir. Si es de cuerda solo, es más corta que si la orquesta tiene vientos, percusión y demás.