El poeta, novelista, ensayista y traductor, Javier Vela, se ha convertido en cuentista con la publicación este mes de marzo de Guía de los pasos perdidos, de la editorial Páginas de espuma, que une once relatos en los que retrata a la soledad como un refugio y «fuente de descubrimiento personal».

Estas once historias cortas fueron presentadas este miércoles en la librería La República de las Letras de la ciudad de Córdoba por su autor como relatos «edificantes», ya que «a veces, en el extravío y la pérdida existe un camino de descubrimiento personal, hay luminosidad».

Guía de los pasos perdidos tiene la apariencia de «cuentos sobre la desesperanza», pero -corrige Javier Vela- son «una llamada a la esperanza, porque cuando el protagonista huye de su contexto social, laboral o familiar y recupera su soledad encuentra su impulso vital». Entre los protagonistas hay un niño autista, que vive en un contexto hostil, y una mujer ingresada en un psiquiátrico que necesita escapar para recuperar la persona que fue.

Reconoce el escritor que estos relatos tienen algún que otro rasgo autobiográfico y que son «un paseo literario y cartográfico emocional» por su infancia y adolescencia, pero muy cargados de fabulación y de ironía.

Los once relatos están marcados por una «atmósfera sureña o atlántica», puesto que se desenvuelven en ambientes costeros o marítimos. Esa atmósfera sureña se mantiene incluso aunque los escenarios se sitúen en Madrid o en una ciudad de Estados Unidos, porque «ese ambiente netamente andaluz condiciona y caracteriza mi escritura».

Además de ese aire del sur, estos cuentos también están cargados de un fuerte contenido lírico, según Vela, ya que «la mirada poética me permite libertad de expresión, perspectivas genuinas» y también la posibilidad de jugar.

Dice el autor de estos cuentos que le gusta la «asimetría» por eso ha incluido once historias, un número impar y poco habitual en las ediciones de relatos y comenta que tuvo que desechar muchas otras historias inéditas para no incluirlas en esta Guía. «Me atraen los volúmenes asimétricos, porque la vida es imprevisible, desigual y asimétrica».

Asegura que se ha sentido «muy cómodo» al escribir estas narraciones breves, ya que el cuento tiene mucha flexibilidad para unir distintos géneros. «El cuento es un género de frontera, permite el juego y la reflexión», comenta.

Javier Vela nació en Madrid hace ya 40 años, pero vive en Cádiz y hace veinte años fue residente en la segunda promoción de la Fundación Antonio Gala para jóvenes creadores. «Vine a Córdoba buscándome a mi mismo y la fundación me dio la oportunidad de buscarme», apunta el que fuera el ganador de, entre otros premios, del Adonais de Poesía, Loewe a la Joven Creación y el Premio de la Crítica de Madrid. Esta guía es su primer libro de cuentos.