El Gran Teatro de Córdoba ofrece hoy una velada flamenca de altura: Esencias, un recital para voz y piano, reúne en el escenario del viejo coliseo al gran intérprete y compositor David Peña ‘Dorantes’ con una de las mejores voces del cante actual, y Marina Heredia. Lebrija y Granada, dos herencias culturales que aportan su propia singularidad a la amalgama de lo flamenco, se dan la mano en este espectáculo. Sobre las tablas, Esencias ensambla los sones de un piano que mezcla sin complejos el flamenco con el jazz y la música clásica y una voz rasgada que rememora los cantes del Sacromonte, aunque con un sello sumamente personal.

El IMAE se suma con la programación de Esencias a la conmemoración del Día Mundial del Flamenco, que también se celebrará con un segundo espectáculo, Reloj de Arena, con los cantaores El Pele y Pedro El Granaíno como protagonistas (Gran Teatro, sábado 20 de noviembre).

Esencias es la fusión de dos estilos que tienen al flamenco como denominador común. Y con él, el clasicismo y el quejío, la pureza y la verdad: una simbiosis mágica que saca al género de sus tesituras más tradicionales para abrirle puertas a la belleza que plasman con su arte los dos protagonistas del espectáculo, que completa su elenco con Anabel Rivera y Fita Heredia, en los coros y palmas, e Isidro Suárez a cargo de la percusión.

En David Peña ‘Dorantes’ confluyen tradición y modernidad. En su música se encuentran los sonidos más puros del flamenco, que le vienen dados por tradición familiar; los sonidos más clásicos, adquiridos en el Conservatorio de Sevilla; la libertad interpretativa deudora de su gran afición al jazz, y su conocimiento de las estructuras musicales más vanguardistas.

Desde su ópera prima, Orobroy (1966), ‘Dorantes’ está siendo protagonista de una profunda regeneración del flamenco. En su brillante carrera musical destaca su capacidad de innovar desde dentro el flamenco sacando lo esencial de la tradición, y aplicándoles a los elementos clásicos de este ámbito la técnica y la creatividad actuales. El artista sevillano es pura sensibilidad que derrocha un dominio absoluto sobre el teclado.

Por su parte, de Marina Heredia se ha dicho que es una «cantaora magna», que ha traído con ella al panorama flamenco, como se verá, y nunca mejor dicho, en este espectáculo, «la esencia del cante». En su personalidad artística afloran con nitidez sus orígenes, la Andalucía bereber y gitana. Y su voz llega al corazón.