El Gran Teatro acoge el próximo sábado el estreno absoluto de Negro Blanco Flamenco, un montaje en el que los palos del arte jondo se fusionan con los ritmos afrocubanos y que, basado en la historia real de los dos bailaores protagonistas, el cordobés Manuel Jiménez y el brasileño Gabriel Matías, ahonda en la necesidad de dejar atrás los prejuicios y la discriminación racial. Esta propuesta musical reúne a grandes artistas, algunos con premios nacionales en su haber, para la realización de este espectáculo, que es una exploración contemporánea fundamentada en la mezcla de diferentes raíces y culturas a través del arte del baile flamenco a dúo.

La evolución de dos jóvenes talentos de diferentes orígenes y culturas que rivalizaron por sus inquietudes, objetivos y la pasión por la danza es el punto de partida de este montaje, basado, principalmente, en la experiencia de Manuel Jiménez, que se enfrentó de forma poco deportiva a Gabriel Matías en la convocatoria de un premio en el tablao madrileño de Villarrosa. El cordobés ganó finalmente el premio, que, arrepentido por su actitud ante su compañero, quiso compartir con Matías, sanando así sus propias heridas y pidiendo perdón por su comportamiento durante el concurso. El brasileño no aceptó, pero desde entonces surgió una amistad cuya historia se plasma ahora en el escenario.

Ambos bailaores tienen una gran trayectoria y ahora presentan este montaje, que cuenta con una serie de artistas cordobeses o vinculados con Córdoba, como los cantaores Miguel del Pino y Carmen García Koski, el violín de Igmar Alderete, el saxofón de Cristóbal Agromonte, la percusión de José El Caja y Alexis Mendoza, todo ello bajo la dirección musical de Niño Seve, Juan J. León y Agramonte. A todo esto se añade la participación de El Pele como artista invitado, a quien también se une la voz en off de la actriz Marisol Membrilo, que interpreta varios textos, una parte que coordina el productor Fernando Vacas. «Queremos que en cada ciudad en la que se represente el espectáculo participe algún artista local», asegura Rafael Marín, director de Márketing del montaje, que añade que para la puesta en escena se ha contado con Pedro Serrano, «uno de los mejores técnicos en iluminación de Córdoba».