Desde que nos regalara hace diez años La flaqueza del bolchevique en su debut cinematográfico en el largometraje de ficción, Manuel Martín Cuenca no ha dejado de ser uno de los autores más insobornables y coherentes del panorama nacional. Ahora, después de La mitad de Oscar , estrena Caníbal continuando en la línea marcada y ofreciendo, posiblemente, la mejor cinta española (coproducida con Rusia, Francia y Rumanía) estrenada en lo que llevamos de año.

Al límite en cuanto a concepción artística: predominan el silencio, los planos milimétricamente compuestos, una interpretación contenida del protagonista --Antonio de la Torre puede que haya construido su mejor personaje, alguien que me recuerda aquí al Michel Blanc de Monsieur Hire ( Patrice Leconte, 1989 )--, tempo que nos lleva hacia el desenlace de manera hipnótica mediante un montaje preciso y un elegante uso de la elipsis, una fotografía en tonos fríos que combina los espacios cerrados con los inmensos paisajes nevados en una Granada misteriosa y escenográficamente perfecta para un relato donde el suspense siempre está presente, al igual que desde el primer momento su autor no engaña a nadie mostrando las cartas sobre la mesa, desde que inaugura con ese magistral plano secuencia este trágico y doloroso discurso sobre la soledad, la atracción por la muerte y el amor. Una batalla entre el bien y el mal.

Inspirada libremente en la novela de Humberto Arenal, según consta en títulos de crédito, nos cuenta cómo un sastre --tan riguroso en su trabajo como a la hora de asesinar a las mujeres que luego lo alimentarán-- vive en un mundo cerrado entre su local de trabajo, su casa y el mundo cofrade, negándose a mantener cualquier tipo de relación seria con una mujer hasta que el destino pone en su camino ( o, más bien, en el piso de arriba) a alguien que encarna la intérprete rumana Olimpia Melinte en un doble y complicado papel y que no se pliega ante la increíble seguridad del excelente actor que tiene enfrente. Ahí está el incidente desencadenante de esta extraña y triste historia de amor y muerte.