La Fundación Gala, que este año cumple su séptima edición, acoge a 14 creadores de todo el mundo que ven su estancia en la institución cordobesa como una oportunidad de engrandecer su trabajo en una especie de "oficina de artistas" en la que comparten experiencias en un ambiente de creación artística.

Uno de estos alumnos, César Orrico, natural de Logroño, destacó la "gran suerte" de dedicarse a todas horas a lo que más le gusta, en su caso, la escultura. Concretamente, Orrico mezcla seres humanos y animales mitológicos en esculturas y figuras de bronce de una forma "impactante y realista", como a él mismo le gusta describir su arte.

El día a día de estos catorce artistas, entre los que se encuentran jóvenes procedentes del País Vasco, Madrid, La Rioja, México o Japón, transcurre como el de "un trabajo normal" y después del desayuno acuden a sus respectivos estudios y trabajan hasta la hora de comer, tras lo cual vuelven a centrarse en sus proyectos.

El director de la fundación, José María Gala, ha indicado que en esta promoción se ha incorporado la fotografía como disciplina junto a la pintura, escultura, música y las literatura.