El pregonero destaca el rol social histórico del olivar

Durante una hora, García Palma aportó multitud de datos que añaden mucha luz a la historia del aceite y que muchos de ellos no se conocían, algo que ha llevado al orador muchas horas de estudio e investigación. Durante su alocución, el pregonero se sentía a gusto, combinando su intervención con dibujos y fotografías de lo que iba contando, apartándose así de los típicos pregones y centrándose exclusivamente en el papel de Montoro.

Afirmó que la magnífica situación geográfica de Epora le permitió jugar un papel preponderante tanto en las comunicaciones a través del Guadalquivir como en las comunicaciones por tierra, "ya que era la primara mansión de la Vía Augusta desde Córdoba a Castulo, que tenía un tramo por la sierra y otro por la campiña".

Entre otros datos aportados, destacó que el gran impulso del olivar en Montoro se produjo en el periodo de 1761 a 1792, "cuando el Ayuntamiento dividió en suertes la dehesa de Corcomé, siendo comprados por vecinos que los plantan fundamentalmente de olivos". García destacó de esa fecha a Bartolomé Basabru, "uno de los pioneros en la conquista de la sierra de Montoro para el olivar, llegando a contabilizar más de 50.000 olivos".

Otro dato aportado fue que en el año 1850 la cosecha anual de aceite se estimaba en 500.000 arrobas, "una cifra realmente impresionante para la época, ya que triplicaba la producción de aceite de Lucena, que, con 100.000 arrobas, ocupaba el segundo puesto de la provincia". Añadió que la calidad era muy superior a casi todos los de Andalucía, "por lo que Montoro ocupaba los primeros puestos en el mundo del olivar y del aceite de oliva español".