Sergio Rodríguez, presidente de Hostecor, reconoce que a día de hoy es complicado encontrar personal formado para trabajar en restaurantes y bares. La Escuela de Hostelería, dice, ayudará a cubrir estos puestos, aunque también cree que el trabajo es sacrificado «y trabajamos cuando todo el mundo está disfrutando».
En las residencias geriátricas también perciben necesidad de más personal. T. C. G., auxiliar en una de ellas, afirma que el trabajo «es muy sacrificado y muy duro y hay gente a la que llaman pero no se queda mucho tiempo». También está el hecho de que para calcular la ratio de personal por paciente se cuente no solo al personal sociosanitario, sino que se incluya también, por ejemplo, a los de cocina.
«Somos los mismos trabajadores que en pandemia, cuando teníamos la mitad de residentes. Ahora la residencia está llena, pero nos dicen que la ratio se cumple», afirma esta trabajadora. En las residencias se suele cumplir el convenio escrupulosamente, pero lo debatible es el dinero que se gana. Esto provoca que muchos sanitarios decidan apostar por trabajar en la pública donde las condiciones, casi siempre, son mejores.