Benamejí resarcirá el sábado, 19 de noviembre, una deuda pendiente con los represaliados del franquismo y sus familias, que podrán ver un documental titulado Guardianas de la memoria. Escrito y dirigido por el periodista Francisco Artacho (Benamejí, 1984), reconstruye la historia de Benamejí durante el golpe de Estado del 36; recoge testimonios orales de personas, en su mayoría mujeres, supervivientes que han guardado “la memoria y la verdad” durante 80 años, y repasa los azarosos avances en materia de memoria democrática de los últimos años.

“Es el primer documental e investigación en profundidad de la represión que se ha hecho en Benamejí”, explica Artacho que empezó a grabar en el año 2009 y que ha contado con la colaboración del director de fotografía Damián López y el ayudante de dirección Federico Gentile. 

“En Benamejí se ha hablado poco de la guerra. La mayoría de las mujeres que entrevisté, como mi bisabuela Josefa de la Torre, seguían teniendo miedo y mucha gente se limitaba a decir que en Benamejí no había pasado nada ”, recuerda Artacho de sus primeras intentos de grabar testimonios a mujeres que habían permanecido calladas durante 40 años. “A mi bisabuela nos poníamos a grabarla y no decía ni mú, pero poco a poco se fueron abriendo”.  

Me encontré mucho miedo”, reconoce quien fue tirando del hilo invisible que le prestó, por un lado, su bisabuela materna que lo puso en contacto con otras mujeres del pueblo y de localidades cercanas como Encinas Reales que habían corrido su misma suerte: ser huérfanas y quedar señaladas de por vida; y por otro, de su bisabuelo paterno, concejal del Frente Popular que terminó combatiendo “para salvar el pellejo” en el bando de Franco y, supuestamente, escribiendo un libro sobre la represión. También se incluye ell testimonio del hijo de un falangista y de un hombre que fue movilizado como militar en julio del 36.

Colaboración de Arcángel Bédmar

Para desentrañar la historia, el documental cuenta también con los apuntes del historiador Arcángel Bédmar y con el tesoro que encontró Artacho en el archivo municipal de Benamejí, que conserva casi al completo los documentos de Falange de la época, pese a que supuestamente debieron ser destruidos en 1977 por orden del ministro Martín Villa. “Encontré incluso una factura de un aguador que llevó agua a los primeros detenidos y hay un listado de todos los que pasaron por la cárcel entre el 18 de julio y el 31 de agosto del 36”, comenta. Además, Artacho contó con la ayuda de la investigadora Pura Sánchez y el activista Cecilio Gordillo, responsable del proyecto Todos los nombres.

Josefa de la Torre, en ‘Guardianas de la memoria’ De Francisco Artacho. CÓRDOBA

La historia de Benamejí fue muy similar a la de otras muchas localidades del sur de España donde el cambio de poderes tras el estallido de la guerra se sucede sin apenas resistencia. El mismo 18 de julio, el alcalde del Frente Popular entregó el poder a los golpistas que ese mismo día iniciaron la detención de dirigentes de sindicatos y partidos de izquierdas. “Aquí el único episodio histórico que se contaba de la guerra era la batalla del puente, donde se enfrentaron los falangistas de Benamejí y la Guardia Civil de Córdoba con los republicanos de Málaga”, explica el autor del documental. 

Un acto de homenaje a las víctimas del franquismo

La exhibición de Guardianas de la Memoria será el próximo sábado a las 19 horas en el salón Don Cristóbal. El acto ha sido organizado por el Ayuntamiento de Benamejí que junto a la Diputación de Córdoba subvenciona parte del documental realizado por Francisco Artacho, un periodista afincado en Sevilla que ha colaborado con El Correo de Andalucía o Público, y desarrolla ahora su actividad profesional en gabinetes de comunicación. “En Benamejí solo hay un monolito conjunto para todas las víctimas de la Guerra Civil y muchas personas no saben dónde están enterrados sus familiares, dónde llevar unas flores, algunas incluso no tienen ni constancia de que sus seres queridos hayan muerto y se han pasado media vida esperando que un hijo desaparecido o un padre llamara a su puerta”, reflexiona el autor del documental que solo lamenta que todas las mujeres que le regalaron su testimonio hayan fallecido ya, excepto una de ellas “que está muy malita en la cama”. Por todas ellas va este documental.