Delegados de CCOO en la Universidad de Córdoba crearon ayer en el anfiteatro del campus de Rabanales una cadena de hombres contra la violencia de género sumándose así a la campaña Lazos Blancos que surgió en Canadá a raíz del asesinato en 1989 de varias jóvenes que estudiaban una carrera tradicionalmente masculina como es una ingeniería.

Durante la actividad, el secretario de la Sección Sindical de CCOO en la Universidad de Córdoba, Juan Francisco Pedrajas, dio lectura a un manifiesto en el que se explica que el objetivo de la campaña es romper el silencio, “pedir a los hombres que hagan oír su voz, que denuncien y animen a otros a examinar sus actitudes hacia las mujeres, y que recuerden que todo hombre que calla ante la violencia contra las mujeres es parte del problema. También nos recuerda la responsabilidad colectiva de los hombres para cambiar las actitudes machistas, los comportamientos, las leyes y las instituciones que perdonan o permiten a los hombres cometer actos violentos”.

"Pedir a los hombres que hagan oír su voz, que denuncien y animen a otros a examinar sus actitudes hacia las mujeres, y que recuerden que todo hombre que calla ante la violencia contra las mujeres es parte del problema"

El manifiesto señala que “el compromiso de los hombres de no agredir a las mujeres y denunciar a quienes lo hagan es, pese a su importancia indiscutible, un gesto insuficiente, porque nos enfrentamos a un problema que hunde sus raíces en la cultura, la educación, las subjetividades y la vida cotidiana. Es necesario un esfuerzo consciente y constante para erradicar las semillas de la violencia de género. Un esfuerzo que promueva en los hombres un cambio personal y colectivo mucho más profundo que el rechazo racional y razonado de las manifestaciones más sangrantes del fenómeno, que son las que logran acaparar la atención de los medios de comunicación. Un cambio que modifique el conjunto de las relaciones que mantenemos con las mujeres, con el resto de los hombres y con la vida cotidiana. Un cambio que precisa de una nueva distribución de las prioridades personales y un incremento del tiempo que dedicamos a la casa en detrimento del que nos ocupa el trabajo remunerado o las relaciones sociales”.

Todos hemos sido educados en una sociedad machista, y seguramente hemos incurrido en formas de microviolencia contra las mujeres, no necesariamente conscientes ni intencionadas; esto nos obliga a permanecer siempre alerta y tratar de lograr que nuestros hijos e hijas no reproduzcan las mismas microviolencias asegurándose una educación igualitaria”, continúa el manifiesto.

“Todos hemos sido educados en una sociedad machista, y seguramente hemos incurrido en formas de microviolencia contra las mujeres, no necesariamente conscientes ni intencionadas"

En este sentido, el secretario General del Sindicato de Enseñanza de CCOO de Córdoba, Francisco Cobos, señaló que “entendemos que los hombres que nos dedicamos a la enseñanza, sea cual sea nuestro ámbito, tenemos que ser capaces de transmitir a nuestro alumnado, y en nuestra propia vida, la importancia del respeto a la mujer y en esta época que vivimos tan convulsa, en la que parecer ser que la jerga feminista molesta, el personal de la Universidad de Córdoba y los docentes y el personal de centros educativos públicos, concertados y privados entendemos que la mejor herramienta para erradicar la violencia de género es la educación y somos la punta de lanza y la piedra en la que tenemos que sustentar principios y valores que respeten a la mujer".

Cobos recordó que CCOO es “un sindicato de clase y feminista, como nos definimos en nuestros propios estatutos, y creemos que tenemos que ser un muro de contención frente a esos que pretenden agredir no solo desde lo físico sino también desde la ley, desde las instituciones, y ahí nos van a encontrar a CCOO con nuestras banderas moradas y nuestro puño en alto”.

Compromisos de los hombres por la igualdad

De esta forma, los hombres por la Igualdad, contra la desigualdad sexista, y contra la violencia de género, se comprometen a no cometer ningún acto sexista, disculparlo, o permanecer en silencio; a trasladar este mensaje en nuestro entorno, sumando a hombres que no quieran ser parte del problema, sino de la solución; a ser modelos de hombres pacíficos, igualitarios, dialogantes, y respetuosos en el trato con las mujeres para las generaciones más jóvenes; a educar en y para la igualdad con nuestro ejemplo, cuestionamos nuestros micromachismos para eliminarlos, y fomentamos en la medida de nuestras posibilidades programas y proyectos educativos a favor de la igualdad y contra la violencia de género y a ser justos, respetuosos, y comprometidos con la igualdad entre los sexos.

"Estamos aquí testimoniando nuestra apuesta clara e inequívoca como hombres, a favor de la igualdad y contra todo tipo de violencia de género"

Los hombres de CCOO “estamos aquí testimoniando nuestra apuesta clara e inequívoca como hombres, a favor de la igualdad y contra todo tipo de violencia de género, y animamos a todos los hombres de la comunidad universitaria y del resto de la sociedad, a sumarse a este compromiso”, concluye el manifiesto.