La pandemia y el largo tiempo de confinamiento asociado a la crisis sanitaria han tenido un efecto muy negativo en los pacientes con alzhéimer (la demencia más frecuente), señala el coordinador de la unidad de demencias del hospital Reina Sofía y del Imibic, Eduardo Agüera. Este neurólogo apunta, con motivo de que mañana es el día mundial de esta enfermedad neurodegenerativa, patología que por ahora no tiene cura, que el diagnóstico de muchos afectados por demencias ha podido verse retrasado porque un elevado número de casos ha llegado al hospital cuando los pacientes presentaban síntomas más graves de lo esperado, pese al corto periodo de tiempo transcurrido.

El temor a la infección en lo que va de pandemia ha hecho que muchas personas no hayan seguido el protocolo habitual de diagnóstico, de forma que han tardado en consultar más tiempo del debido sobre posibles indicios del inicio de la enfermedad de alzhéimer o se han hecho las pruebas diagnósticas más tarde de lo conveniente por no ir al hospital.

Un estudio, dirigido en el Imibic por el geriatra José María Jiménez Páez y coordinado por Eduardo Agüera, ha mostrado que los pacientes con alzhéimer han empeorado mucho en la esfera conductual durante la pandemia. «Se ha detectado mucha sintomatología depresiva y psiquiátrica en estos enfermos», destaca Agüera, que alerta a su vez del freno que han sufrido investigaciones sobre el alzhéimer y otras demencias, como consecuencia de haberse derivado más fondos y dedicación a la pandemia. «Se entiende que el covid era algo más prioritario, pero la suspensión de los estudios sobre alzhéimer puede repercutir en los resultados finales para mejorar la situación de los afectados por esta demencia», expone.

Referente andaluz

Sin embargo, el Reina Sofía, a pesar de la pandemia, sigue siendo el hospital público andaluz que cuenta con los tratamientos más innovadores para el abordaje de las demencias, especialmente para el alzhéimer. Uno de estos tratamientos ya ha sido aprobado por la FDA, administración americana que evalúa los medicamentos, y es un fármaco capaz de enlentecer el avance del alzhéimer. «Este tratamiento está a disposición de los pacientes del Reina Sofía desde el 2015, mediante un proyecto de investigación, y cuando la molécula sea aprobada en España, seremos de los pocos centros con experiencia en su uso, resalta. «Este avance se debe a la confianza que el Imibic nos ofrece como centro investigador y al apoyo y facilidades de la dirección gerencia del Reina Sofía», según este doctor. Además, este neurólogo manifiesta que, gracias a la existencia de la NeuroRECA (Red de Ensayos Clínicos de Andalucía), cualquier paciente de la región puede acudir al Reina Sofía para recibir los tratamientos existentes en Córdoba.

«A pesar del retraso que ha habido de diagnósticos por la pandemia, los cordobeses desde hace años consultan cada vez de forma más temprana sobre el posible comienzo de una demencia y esto nos obliga a contar con medios diagnósticos complejos para los pacientes que llegan en una fase inicial o que son más jóvenes. Disponemos de estas técnicas gracias a proyectos de investigación e incluso se puede contar con estudios de medicina nuclear o de proteómica», añade Agüera.

El Reina Sofía atiende cada año más de mil consultas de personas con demencias y diagnostica unos 500 nuevos casos. «El hospital quiere potenciar la calidad en la atención a las demencias. Para el próximo año está previsto aumentar el personal médico y de enfermería dedicado a las demencias, así como especializar la atención, para diferenciar las consultas de alzhéimer de otras demencias. Además, el Reina Sofía quiere mejorar la continuidad asistencial de los enfermos entre hospital, centros de salud y servicios sociales», comenta el coordinador de la unidad de demencias.

Mejorar la atención

Por otro lado, este especialista valora que la Consejería de Salud esté reactivando el proceso asistencial de demencias, «un plan que permitirá revisar y mejorar la atención a estas dolencias, «que estaban muy desatendidas, ya que el proceso no se actualizaba desde el 2002. El plan se le ha encargado al doctor Serafín Romero, expresidente de la Organización Médico Colegial y asesor de la consejería».