Acaba la Escuela de Verano de Cruz Roja, por la que han pasado más de cien niños

Dicha iniciativa, orientada especialmente a niños y niñas procedentes de familias en situación de vulnerabilidad que son apoyadas por la propia institución humanitaria, se ha llevado a cabo –como ya ocurriera el año pasado- ambos meses en su sede, y no en algún centro educativo externo, como hacía siempre en julio antes de la pandemia.

Además, como medida de prevención ante el coronavirus, la organización –como ya hizo el año pasado- ha reducido tanto el número de menores participantes (fueron 12 por grupo, divididos por franjas de edad, para un total de 48 a la semana) como el de monitores y monitoras, que han sido tres por grupo.

“Estamos muy satisfechas de cómo ha ido la Escuela de Verano. Pese a los condicionantes y limitaciones que provoca el contexto de pandemia, hemos podido aportar nuestro granito de arena para que más de cien menores tengan un verano un poquito mejor. Y todo, por supuesto, gracias a la solidaridad del equipo de voluntarios y voluntarias”, destaca Davinia Navarro, técnica de Cruz Roja Juventud.

El programa de la Escuela ha contemplado una gran variedad de actividades lúdico-educativas, incluidas varias excursiones, y siempre con una pausa a media mañana en la que se ofrecía un desayuno.

La temática central de este año ha girado en torno a los océanos, “con la intención de trabajar con los niños y niñas la importancia de cuidar el medio ambiente y frenar el cambio climático”, detalla Navarro.

Durante la pandemia, y en especial durante los primeros meses, la labor del voluntariado de Cruz Roja Juventud fue uno de los pilares del "Plan Cruz Roja Responde frente al Covid-19", con acciones como la distribución de material escolar y dispositivos digitales de tipo tableta para evitar que el confinamiento afectara al desarrollo de los pequeños, así como sesiones de apoyo escolar y actividades lúdico- educativas a menores cordobeses por medio de videollamadas.