Tras el comunicado emitido este jueves por parte de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado, en el que se anunciaba la imposibilidad de besar los pies de la imagen en la tradicional veneración de cada primer viernes de marzo, los feligreses han acudido igualmente en masa a la Iglesia de los Trinitarios. Y es que, como apuntaban algunos de los presentes “el que tenga fe va a venir de la misma manera se besen o no los pies” a causa del coronavirus.

Desde la hermandad se ha tomado esta decisión “tras las recomendaciones de Sanidad”, ha comentado el Hermano Mayor, Miguel Ángel Lopera, el cual también justificaba la medida diciendo que “el hecho de besar los pies es un acto que supone una exposición muy directa y, por mucho que se limpie, el contagio es algo que no se puede controlar”.

Asimismo, Miguel Ángel Lopera hijo, vocal de juventud y cronista archivero de la hermandad, ha asegurado que “se ha hecho por prevención, ya que al Rescatado viene gente de toda la geografía española y, en vistas a eso, no hemos querido poner en peligro a los fieles”. Por último, ambos comentaban que, desde la hermandad trinitaria no hay miedo a una posible suspensión de la estación de penitencia porque “es algo sobre lo que no tenemos la última palabra”, así que “vamos a preparar la salida de la cofradía como cualquier otro año”.

El cambio, por lo general, ha sido visto con buenos ojos por parte de la población, ya que “tal y como está la situación, es mejor prevenir”, comentaba una las tres hermanas Arrebola Rojas, fieles devotas de la imagen trinitaria. Ante una hipotética situación en la que la celebración de la semana grande se viese afectada por la expansión del coronavirus, contestaban que “hay cierto miedo y, aunque no creemos que se llegue a tanto, no quisiéramos que eso sucediese”.

Por su parte, Soledad Galarzo decía que también veía bien la medida tomada, porque “ya habrá tiempo de venir cuando pase todo”, mientras que otra feligresa sostenía que “si se ha visto que es bueno para la población, lo veo bien, es lo que hay”, aunque también aseguraba que, en su caso, “hubiese venido igualmente a besar los pies a pesar de la alarma social”.

En el extremo opuesto, Francisco Castillejo, devoto de la imagen, comentaba que no estaba del todo de acuerdo con la medida adoptada debido a que “el coronavirus no es para tanto y la gente se está alarmando demasiado”. El joven, además, apuntaba que no tenía miedo alguno ante una supuesta suspensión de la Semana Santa porque “es una festividad tan grande que no puede dejar de celebrarse, ya que atrae a muchos turistas”.