Córdoba es la ciudad de las leyendas. Sin duda, la preponderancia de la religión musulmana en la Edad Media, de la que fue estandarte de su grandeza, ha contribuido a ello, dada la simpatía de este pueblo por cultivar fábulas y tradiciones. Un hecho potenciado posteriormente por haber sido crisol de culturas, territorio en el que han confluido las tres grandes religiones monoteístas, peculiaridad que sin duda marcó su devenir para siempre. Por eso, en la historia de Córdoba palpita un completo arsenal de leyendas e historias maravillosas: muchas de ellas mágicas, alguna incluso dramática y oscura, pero repletas de un interés tan vivo como excitante. Y henchidas siempre de una clave, una enseñanza codificada que juntos conseguiremos descifrar.

Mucho se ha escrito sobre las leyendas de Córdoba, pero nadie hasta ahora se había atrevido a interpretarlas, a extraer el poso de realidad histórica que cada una de ellas esconde. Debemos ser conscientes de que las tradiciones no son meras fantasías inventadas por un literato para entretener al lector ocioso. Su misión es trascendental, puesto que suponen nuestro último recurso para tratar de entender el plano espiritual de las sociedades pasadas. Si somos capaces de leer entre las líneas de estos relatos, disfrazados de cuentos fantásticos y sobrenaturales, descubriremos esa sabiduría arcana que los cordobeses de otras épocas quisieron salvar del olvido eterno. Y que, a pesar de la modernidad y el materialismo de la época contemporánea, funcionan como unos hilos invisibles que aún nos conectan a lo trascendente, al misterio de la vida y de la existencia.

En la actualidad, la nuestra es una ciudad moderna, presa como todas del ajetreo de su tiempo. Una urbe que parece excluir de su seno la magia y el misterio, y que sin embargo, guarda silenciosa en su casco histórico un amplio repertorio de edificios, calles y rincones, que han quedado marcados por esos mitos y leyendas que supuestamente acontecieron allí en el pasado. Después de muchos años estudiando estos temas, analizando leyendas y escudriñando la realidad histórica que subyace en su interior, mi objetivo no es otro que el de rescatar esa magia que aún existe en nuestra ciudad, en su historia, su arte, su filosofía, su etnografía y sus creencias religiosas. En los últimos tiempos lo vengo haciendo a través de rutas guiadas, programas de televisión, libros, intervenciones en radio y publicaciones en revistas especializadas. Ahora me dispongo a aglomerar el resultado de todas mis investigaciones anteriores y compartirlo, sin otro afán que el de conseguir que, después de leerlo, usted también sea capaz de ver nuestra ciudad con unos nuevos ojos. Si acepta el reto y me acompaña hasta el final, le aseguro que su visión de Córdoba y su provincia cambiarán para siempre.