Los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca ocupan siete de los doce pabellones del antiguo hospital Militar de San Fernando cedidos al Ayuntamiento a principios de los 2000 por el Gobierno central. Allí cuentan con una casa familiar en la que atienden a más de medio centenar de personas con discapacidad intelectual.

La Cruz Blanca, como señala el hermano Isidoro Macías, cuenta con diversos servicios, como una residencia de personas gravemente afectadas, una residencia de adultos con centro ocupacional y un centro ocupacional con estancias diurnas.

El objetivo es, como pone de manifiesto Macías, atender de manera integral las necesidades de sus usuarios y, sobre todo, ayudarles a que adquieran la máxima autonomía posible y a que «desarrollen todo su potencial» en función de sus capacidades, porque «es importante que las personas sean todo lo independientes que puedan, siempre escuchando su inquietudes».

Junto a ello han diseñado muchas «actividades de relación con el entorno en el que estamos, en el entorno social y en el de ciudad, y participamos de muchísimos programas que nos ofrecen» desde distintas instituciones, desde deportivos hasta de ocio.