La primera sesión del juicio por el crimen de la avenida de La Victoria, donde un hombre murió apuñalado en septiembre del 2015, se centró, tras la constitución del jurado popular, en escuchar la declaración del único acusado, para el que la fiscalía pide 13 años de prisión por un presunto delito de homicidio. Por su parte, las acusaciones, que representan a hijo, compañera y familia del fallecido, consideran que fue un asesinato porque el encartado asestó 19 puñaladas a la víctima en zonas vitales, lo que demuestra, dicen, que la agresión fue un ataque y no una defensa.

Para el letrado de la defensa, Francisco Acosta, su cliente actuó en legítima defensa al verse agredido por varias personas. Además indicó el letrado que la autopsia desveló que el fallecido había consumido bastante alcohol y alguna que otra droga.

En el interrogatorio, el procesado, que se encuentra en prisión preventiva, defendió que en ningún momento quiso matar a nadie y que no tenía intención de usar la navaja que portaba.

Explicó, a respuesta de los distintos letrados, que aquella noche salió con unos amigos y fueron al bar La Fontana, de Ciudad Jardín, donde al salir del servicio se vio envuelto en una pelea con la que, según dijo, no tenía nada que ver, pero que empujó a un individuo para que le dejara. Respondió afirmativamente al hecho de haber esgrimido ya en ese momento una navaja que llevaba, pero que lo hizo para asustar al grupo que lo intimidaba y que después salió del bar intentando marcharse y para pedir ayuda a la Policía.

Continuó explicando el imputado que varios individuos salieron tras él diciendo que lo iban a matar y que le dieron alcance a la altura del Mercado Victoria, donde, según dice el acusado, le agredieron y le apuñalaron, causándole una herida en la mano.

Aún así, contó ayer el encartado que consiguió huir y llegar a la parada de taxis de la Avenida de la Victoria, y que cuando iba a entrar en el coche para marcharse a su casa (antes había intentado entrar en el último taxi de la fila y lo remitieron al primero) uno de sus perseguidores lo cogió por detrás y lo sacó del vehículo. Entonces, continuó narrando el acusado, se inició una pelea «con él encima de mí», y que temiendo por su vida, explicó, sacó la navaja, que acabó clavando 19 veces en el cuerpo de su rival, pero insistió en señalar que «en ningún momento» quiso matar a nadie y que no sabía en qué parte del cuerpo estaba propinando las puñaladas. «Yo no sabía lo que hacía, fue el miedo, la adrenalina y porque yo creía que la víctima sería yo», consideró.H