DOCE AÑOS es la pena que solicita el ministerio público para un joyero acusado de tres delitos contra la Hacienda Pública por defraudar importantes cantidades. Según el escrito del fiscal, el fabricante de joyería al por mayor en 1998 defraudó 1.140.147 euros al no contabilizar ventas que efectuó a "clientes ocultos" con la finalidad de eludir sus obligaciones tributarias. En 1999 también dejó de ingresar 728.983 euros en IVA. Para ello declaró que efectuaba compras en Costa de Marfil sin haber acreditado la importación de las piezas y vendió oro a terceros de manera oculta y sin declararlo a la Agencia Tributaria, según el fiscal.