Un joven acusado de resistencia y falta de lesiones por agredir a un policía en los incidentes ocurridos en la Velá de la Fuensanta del 2011 negó ayer en el juicio que forcejeara o hiriera al agente y aseguró que tan solo quiso tranquilizar los ánimos. Los supuestos hechos, por los que el fiscal solicita ocho meses de prisión y una multa de 210 euros, ocurrieron al producirse un enfrentamiento entre policías y manifestantes que protestaban por el cambio de modelo de la Velá, "impuesto" por el PP y que suponía negar la participación de los vecinos en la organización de la fiesta, según denunciaban.

El acusado, que antes del inicio del juicio se declaró "totalmente inocente", relató que al ver que los agentes prohibían entrar a la plaza donde se daba el pregón, se acercó al cordón policial, trató de tranquilizar los ánimos y "me hice visible, pero no agredí al policía". Es más, ni tan siquiera lo identificaron. A pesar de ello, días después le llegó la citación judicial.

A este respecto, el autodenominado Grupo de apoyo a las personas represaliadas de la Velá denunció a las puertas de la Audiencia no solo que no se produjo la agresión, sino que hay "listas negras de activistas" porque, de lo contrario, no saben cómo lo identificaron. Al finalizar el juicio, el abogado del joven, que insistió en que su cliente "no está fichado ni tiene antecedentes", dijo que el policía lesionado había declarado en la vista que lo identificó en una foto de un medio de comunicación y que otro agente admitió que los datos del acusado se obtuvieron de la brigada de Información, "que tiene datos de gente que está en este tipo de movimientos y acude a manifestaciones".