El ministerio fiscal ha solicitado una pena de un año de prisión para un hombre que dejó sola y encerrada a su hija de siete años en su piso de La Viñuela, de donde tuvo que ser rescatada por los bomberos después de que los vecinos dieran la alarma al oír los llantos de la pequeña. El fiscal considera los hechos constitutivos de un delito de abandono temporal de menores.

Según las conclusiones provisionales del ministerio público, sobre las 1.20 horas del 13 de mayo de este año, el acusado, encargado del cuidado de su hija de siete años mientras la madre se encontraba trabajando, se ausentó de su domicilio y dejó sola en el mismo a la menor, con la puerta cerrada con llave. Transcurrida más de una hora, los vecinos, alertados por el llanto de la niña, avisaron a la Policía y esta a una dotación de Bomberos. Tras varios intentos en vano de localizar a los padres, sobre las 3.30 horas tuvieron que liberarla a través de una escala con cesta. El acusado fue finalmente localizado sobre las 5.00 horas en estado ebrio cerca de la plaza de La Constitución.

Estos hechos trascendieron en su día a los medios de comunicación por el revuelo que se levantó en La Viñuela. Entonces se informó de que cuando entraron en la casa, los agentes pudieron constatar que la menor estaba en buen estado de salud, aunque algo nerviosa. De hecho, la niña fue incapaz por los propios nervios de dar alguna información a los agentes sobre el paradero de sus padres. Inmediatamente se activó el protocolo previsto en casos de abandono de menores, por lo que los agentes trataron de ponerse en contacto con los padres. Finalmente, los agentes de la Policía Nacional pudieron contactar con la madre, que se encontraba trabajando. De hecho, a la madre se le tomó declaración, pero una vez verificado que estaba completamente ajena a la situación de abandono en la que se encontraba su hija, los agentes la dejaron a cargo de la menor. El padre, que fue localizado más tarde, fue detenido y puesto a disposición judicial.