Mucho ha transcurrido en la vida terrenal y espiritual de Antonio Aranda Lomeña (Córdoba, 1942) desde que fuera bautizado en la cordobesa iglesia de Santa Marina hasta la actualidad, en la que se encuentra participando, pese a no ser obispo, en la XII Asamblea del Sínodo en calidad de consultor llamado personalmente por el Papa al considerársele una de las mentes más preclaras de la Iglesia, siendo el único cordobés en esta fase de trabajos del Sínodo.

Este sacerdote (de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei, desde 1971) es matemático, teológo, profesor de Teología Dogmática en Navarra y miembro de la Academia de Doctores y ha sido decano de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de la Cruz de Roma. Está especializado en Teología Trinitaria, Cristología y Antropología Teológica, materias en las que ha publicado en cuatro de los idiomas que domina. Recientemente se ha centrado en la Teología Espiritual Sistemática y del pensamiento de San José María Escrivá.

En el Sínodo, por cuestiones operativas y de eficacia, solo participan tres obispos por cada una de las confederaciones espiscopales, además de los seleccionados directamente por el Papa y sus consultores, categoría en la que se incluiría el doctor Aranda Lomeña.