Los empresarios de estaciones de servicio se quejaron ayer de la bajada de negocio que ha supuesto para el sector la prohibición de la venta de alcohol y tabaco en sus establecimientos, que han cifrado en un 35%, tanto a nivel nacional y regional, como en Córdoba. A esta disminución de la actividad, se une la crisis generalizada, que según los datos que maneja el sector ha provocado una bajada de negocio entre los años 2008 y 2010 de entre el 40 y el 50% en algunos de los establecimientos.

El presidente de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio de España (Ceees), Juan Prats, indicó que esta medida ha condicionado en gran medida la evolución económica de los negocios de los que dijo que "no son rentables", ya que el volumen las ventas de las tiendas de las gasolineras servían para mejorar los resultados de la venta de combustible, que, según apuntó, cada vez deja un margen más pequeño.

Dijo Prats que esta merma de rentabilidad no se debe exclusivamente al tabaco y las bebidas dejadas de vender sino a las ventas inducidas que generan de los clientes que acuden a las estaciones de servicio a comprar los citados productos ahora prohibidos, que ahora tampoco se producen. Este descenso de la rentabilidad de las gasolineras, apuntó Prats, ha tenido un reflejo directo en la pérdida de empleos también de en torno al 30%, ya que muchos negocios han tenido que optar por la instalación de autoservicios.

La Ceees, que ayer celebró una reunión en Córdoba, agrupa a 4.000 de las 8.600 estaciones de servicio que hay en España. En la provincia pertenecen a esta organización unos 600 negocios.