El Ministerio Fiscal pide dos años de cárcel para una madre de Córdoba acusada de tratar con agresividad a sus tres hijos a quienes, ante cualquier travesura, les pegaba con frecuencia, e incluso en una ocasión llegó a dar correazos a la mayor de ellos, de 10 años.

En el escrito de conclusiones provisionales, el fiscal relata que la acusada, de 30 años se divorció del padre de sus tres hijos, de 10, 7 y 6 años, en el 2003, tras lo que ella se quedó con la custodia de los menores.

El Ministerio Público indica que la mujer, desde 2005 pero con más intensidad desde el 2008, ha mantenido una actitud de constante agresividad con sus hijos, especialmente con la niña mayor, que se traducía en hablarles continuamente dándoles gritos, insultándoles y amenazándoles con matar a su padre.

Además, la acusada, ante cualquier travesura de los pequeños, les pegaba con frecuencia, según añade el fiscal, quien especifica que a la hija mayor, de 10 años, llegó en una ocasión a darle correazos que le ocasionaron numerosas lesiones que la madre intentó disimular con maquillaje.

El Ministerio Fiscal destaca el "absoluto desinterés" de la madre por el cuidado de sus hijos, ya que la mayor tenía que ocuparse de los más pequeños.

De otro lado, el fiscal recoge en su escrito que los niños acumularon numerosas faltas de asistencia escolar entre octubre del 2007 y febrero del 2008, sin que hayan sido justificadas por ningún parte médico.

Niños sin vigilar

Asimismo, la falta de vigilancia de los niños ha motivado que en numerosas ocasiones se encontraran solos en la terraza y en el portal del edificio e incluso los vecinos tenían que ocuparse de ellos cuando jugaban en la piscina de la urbanización en la que viven.

El fiscal apunta que "a consecuencia del entorno familiar donde ha crecido", la niña mayor presenta problemas de conducta y agresividad que "necesitarían de ayuda médica para ser superados".

El Ministerio Fiscal considera los hechos como constitutivos de un delito de violencia física y psíquica habitual y pide para la madre dos años de cárcel y la prohibición de acercarse a los hijos durante tres años.