La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha acogido con precaución los dos proyectos de ley orgánica remitidos el viernes por el Consejo de Ministros al Congreso de los Diputados que modifican el régimen disciplinario y los derechos y deberes de los agentes del instituto armado. El delegado en Córdoba de este colectivo, Alfonso Carrasco, ha señalado que "hay que pararse a ver los textos", si bien considera que la nueva norma sobre la disciplina "va a suponer que nos quitemos un lastre de encima", en referencia a la supresión de las sanciones de arresto, que "ha sido lo más indigno para un guardia civil".

El secretario de Comunicación, Francisco José Pérez Morales, coincide con su compañero y apunta que "seguiremos siendo ciudadanos de segunda hasta que no se aprueben estas dos leyes", añadiendo que "la Constitución no ha entrado en el seno de la Guardia Civil".

Para ambos, "es muy importante que entre los derechos se haya recogido el de asociación e información", y Carrasco califica de "triunfo histórico el poder celebrar actos dentro de las instalaciones. Después de treinta y tantos años de servicio, estoy en las nubes".

Otro aspecto que resalta la AUGC, dentro de estas modificaciones, es el de la inclusión de sanciones por acoso laboral, "que estaba implantada en todos los ámbitos menos en el guardia civil". Según Pérez Morales, "somos los primeros interesados en que esto funcione, y no queremos una Guardia Civil como hasta ahora", subrayando que las nuevas leyes "no van a menguar el servicio que prestamos".

La AUGC "seguirá mirando por los derechos de los guardias y defenderemos al colectivo como una asociación profesional, y no tolerada, como ha sido hasta ahora". Por último, recuerdan que la desmilitarización "la tenemos desde nuestra fundación, pero no la hemos pedido porque ningún partido la lleva en su programa electoral".