El PSOE va a medir las posiciones que mantienen el Partido Popular (PP) e Izquierda Unida (IU) respecto de la Constitución Europea, formaciones éstas en donde han surgido conflictos a la hora de apoyar este texto aprobado recientemente en Bruselas y que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, va a someter a referendo en España en noviembre del 2005.

Y lo va hacer mediante proposiciones que va a presentar en parlamentos autonómicos y ayuntamientos (en el de Córdoba lo hará el próximo 29 de julio), en las que va a pedir el apoyo municipal a la Constitución Europea, a la consulta electoral que se convoque para conocer la opinión de los españoles y para que los ayuntamientos colaboren en la difusión de los contenidos de la Carta Magna Europea, según explicó ayer el portavoz municipal socialista, Antonio Hurtado.

El asunto es conflictivo por las discrepancias que este texto ha creado en el PP e IU, ya que el coordinador general de la federación de izquierdas, Gaspar Llamazares, se ha mostrado contrario a esta Constitución y partidario del referendo, posición que no comparten al 100% otros miembros de IU que sí apoyan la Carta Magna, así como que su contenido pase el certificado de las urnas españolas.

En el PP las diferencias se han hecho más patentes y elocuentes entre el presidente del partido y ex jefe del Gobierno, José María Aznar, y el secretario general de la misma formación y jefe de la oposición, Mariano Rajoy. Aznar desautorizó el pasado lunes 5 de julio la posición de Rajoy sobre la reforma de la Constitución española y el futuro referendo de la Carta marga Europea. Tras definir "el mayor error imaginable" la el cambio constitucional que Rajoy se ha ofrecido a consensuar con los socialistas, el ex presidente del Gobierno criticó duramente la Constitución Europea que su sucesor ha prometido apoyar cuando se someta a consulta.

Dos días mas tarde, Rajoy contestó a su jefe de filas que él es ahora el responsable del PP y quien tiene que fijar la posición política de esta formación, poniendo así en evidencia las discrepancias y malas relaciones que ambos mantienen.

En cuanto a la proposición del PSOE, Hurtado indicó que "la integración de España en la Unión Europea (UE) en 1986 ha dado grandes aportaciones al país", y consideró la aprobación de la Carta Magna como "un paso decisivo para la unión política de Europa", que dotará a la UE "de mayor democracia".