Ejerció como fiscal jefe de la Audiencia Territorial de Barcelona y estuvo al frente de la fiscalía anticorrupción española, lo que le hizo enfrentarse a casos sonados, como el de los Pujol. Su experiencia se recoge en sus Obras completas, tres tomos de memorias y alegatos a la transparencia de los poderes públicos, que este lunes firma en la Feria del Libro de Córdoba.
¿Qué ha aprendido tras una carrera de lucha contra la corrupción?
Muchas cosas. En la etapa franquista no había leyes que controlasen el desarrollo de la actividad pública y la corrupción era muy común. Con la muerte del dictador y la apertura del régimen democrático se afronta al fin la corrupción, aunque de forma lenta, con graves deficiencias.
El último informe de transparencia internacional sitúa a España en una mala posición, ¿Qué opina al respecto?
Desde 1978, el proceso de las instituciones para hacer frente a la corrupción ha sido muy lento en el sistema democrático, con serias deficiencias. Un ejemplo paradigmático es el del Caso Gürtel, con las tres condenas recaídas por tergiversación del manejo de los fondos del PP, en su mayoría públicos, salvo una pequeña parte procedente de fondos privados.
¿Hay algún caso que le haya marcado especialmente?
El de Jordi Pujol y su entorno familiar. Se iniciaron iniciativas para perseguir conductas delictivas cometidas en el ámbito de su gobierno y no pudieron ser llevadas a los tribunales porque la fiscalía de turno lo impidió. En 2014 Pujol reconoció abiertamente que había estado defraudando a la hacienda pública desde 1980 y sorprende que el Estado, en esos años, no hubiera reaccionado al fraude cometido por el presidente autonómico de una comunidad tan relevante como la de Cataluña. Sorprende la escasa reacción de las instituciones al respecto, lo cual refleja pasividad, ignorancia o complicidad. Destaco también el caso de Jesús Gil o el Caso Banesto y supuestos en los que mi intervenció fue significativa, ya que entonces dirigía la fiscalía anticorrupción de España.
Ha puesto de manifiesto la deslegitimación de los poderes públicos en favor del poder económico
Resulta impactante que los paraísos fiscales sigan existiendo. La investigación periodística que culminó en la publicación de los Papeles de Pandora lo demuestra. Son espacios ajenos a cualquier control legal de los estados de la comunidad internacional y que permiten la ocultación de fondos ilícitos, obtenidos con carácter delictivo. Estos paraísos fiscales siguen estando ahí y su exsitecia no solo la acredita la investigación periodística, sino su relación directa en casos como el de los Pujol.
Hay quien dice que la corrupción es una tara cultural de España, ¿es así?
Sería difícil responder de manera exhaustiva a esa pregunta, aunque claro que la corrupción se extiende a otros estados. Italia, por ejemplo, vivió la persecución y detención masiva de empresarios y funcionarios públicos implicados en casos de corrupción. Pero debemos poner el foco en que España todavía tiene deficiencias legales importantes para combatir la corrupción. Una de ellas es la financiación de los partidos políticos, que debería ser transparente. Las fundaciones de los partidos políticos siguen siendo un foco oscuro para su financiación. Asimismo, sigue habiendo deficiencias en el régimen de contratación de entidades por parte de las instituciones, que deberían abrir un contrato público. A la vista está el ejemplo del Ayuntamiento de Madrid, que debería haber abierto un contrato público para la obtención de las mascarillas.
¿Qué efecto cree que tienen sus libros en la ciudadanía?
Trato de poner de manifiesto que la corrupción no es un fenómeno ni mucho menos superado, sino que está vigente y tiene un gran alcance. Los ciudadanos deben exigir cada vez más el respeto que merecen y asumir el compromiso de acudir a las autoridades para denunciar los casos que puedan. Esto persigo con mis memorias.
