Las actividades militares no están reñidas con la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente. Ejemplo de ello es la base militar cordobesa de Cerro Muriano, sede de la Brigada Guzmán el Bueno X (BRI X), que desarrolla una política de gestión ambiental en la que, además de la aplicación de normas UNE-EN-ISO y de directivas del Ministerio de Defensa al respecto, cuenta con su propia Declaración de Política ambiental y su Manual del Sistema de Gestión Ambiental (SGA).

Para dar cumplimiento al SGA, la BRI X dispone, en primer lugar, de una estructura organizativa que atiende a las necesidades de gestión ambiental, donde se describen los distintos escalones orgánicos de competencias y sus cometidos. Entre este organigrama del SGA, en cuya cúspide se sitúa el Jefe de la base, se encuentra, entre otras figuras, la del coordinador ambiental. Como herramientas de control de la gestión ambiental se llevan a cabo dos auditorías a lo largo del año, según se informa desde la BRI X; una de carácter interno, que realiza un auditor perteneciente al Ministerio de Defensa, y otra de carácter externo, que realiza una empresa certificadora.

Se hace una trazabilidad exhaustiva de cada residuo peligroso generado en la base

En concreto, en la gestión medio ambiental de la base de Cerro Muriano se establecen las siguientes fases: se identifican aquellas operaciones y actividades que están asociadas con los aspectos ambientales más significativos; se planifican estas actividades, incluyendo el mantenimiento, para asegurar que se efectúan bajo las condiciones de respeto al medio ambiente; y se lleva a cabo el control, entre otras, de las siguientes materias: emisiones a la atmósfera, vertidos de aguas residuales, gestión forestal, gestión de residuos, control del ruido y almacenamiento de sustancias peligrosas que se generan en la base.

En este contexto, desde la BRI X se destaca que Cerro Muriano está tipificado por la ISO 14001 como instalación gran productora de residuos peligrosos. «Esto compromete a la base -explican- a que desde el origen de la generación del residuo hasta la llegada al punto final de retirada se haga un seguimiento exhaustivo en la trazabilidad de cada residuo peligroso. Para ello, la base cuenta con su propio Punto Limpio desde el que se retiran posteriormente, por una empresa autorizada, todos los residuos peligrosos». En este Punto Limpio se almacenan de forma segregada todos y cada uno de los residuos peligrosos que se generan, por un periodo máximo de seis meses.

Al punto limpio. 8 La correcta gestión de los residuos es vital para la política medioambiental de la base.

Este Punto Limpio se considera «un punto crítico que determina la correcta gestión de los residuos peligrosos. Este lugar siempre ha destacado como un punto fuerte de nuestro sistema de gestión ambiental cada vez que somos auditados», porque en él se apoya en definitiva la reducción del impacto ambiental de Cerro Muriano.

Además, la base cuenta con otras barreras de protección que evitan vertidos tóxicos a los cauces de agua pluvial, como los llamados decantadores. Estos se encuentran repartidos por toda la base militar y su función es la de retener las aguas sucias para evitar unos valores insalubres en el agua. Asi¡mismo, la Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa) realiza analíticas de agua mensualmente para la comprobación de estos valores, y también el Instituto de Toxicología de la Defensa realiza análisis para corroborar las muestras y resultados de Emacsa.

Por otro lado, la conservación forestal es otro de los pilares en pro de la sostenibilidad de la base, conservación que está definida como un objetivo fundamental para el periodo 2020-2025, y en la que está previsto que se reforesten unas 256 hectáreas.

Se prevé la reforestación de 256 hectáreas hasta el año 2025, para lo que ya hay un vivero

Este plan de reforestación busca, entre otras metas, favorecer el desarrollo de los procesos naturales, prevenir la contaminación y mejorar la calidad ambiental, y favorecer el conocimiento y concienciación medioambiental, «así como divulgar a la sociedad el papel de las Fuerzas Armadas en la protección del medio ambiente», informan desde esta base.

No en vano, en la Directiva vigente del Ministro de Defensa sobre protección de medioambiente se establece que la política medioambiental de Defensa está basada «en el concepto de desarrollo sostenible compatible con la misión de las Fuerzas Armadas, y tiene como objetivo la conservación, la protección y la mejora de las condiciones ambientales de los terrenos gestionados por el Departamento».

En esta línea, el pasado año se creó en la base un vivero de plantación donde están albergados los plantones de encinas y alcornoques que se van a plantar desde este año hasta el 2025.