Un torbellino dentro del terreno de juego y un chaval afable en el trato cercano. De los que dejan sentados a rivales a toda velocidad y también levantan pasiones en la grada cada vez que coge la pelota. Así es Mohamed Bouzaidi Diouri, más conocido como Simo. El joven, que cumplirá 22 años el próximo 16 de noviembre, es una de las revelaciones de la gran temporada que está protagonizando el Córdoba CF dentro del grupo 4 de la Segunda RFEF. Además, sus goles y el desparpajo demostrado sirvieron a los cordobesistas para entrar en la Copa del Rey y pelear el trofeo en la Copa RFEF. El de Olot (Girona), con un prometedor camino por delante, no niega que varios clubs ya se han interesado por su situación, pero se deja guiar por un corazón que le condujo a la ciudad califal.

-En el Córdoba inició una nueva aventura que, por el momento, está resultando más que satisfactoria.

-La verdad es que sí. Vine aquí con la idea de hacer un buen año. Sabía de la grandeza del club y no me lo pensé dos veces para fichar por el Córdoba.

-¿Esperaba entrar tan bien dentro del bloque? Parece que lleve años jugando en este equipo.

-Todo eso, al final, es gracias al club, al entrenador y al cuerpo técnico. He tenido la suerte de incorporarme bien al grupo, los compañeros me facilitaron la adaptación y la verdad es que me siento muy a gusto.

-Su velocidad y desparpajo encandilaron a la grada desde el primer día. Incluso cuando coge la pelota ya había un murmullo en El Arcángel. ¿Eso le llega al jugador?

-Cuando entro al campo intento ser eficiente. El público pide espectáculo, que toque el balón y que se juegue bonito. Noto que están muy volcados en mí, eso lo agradezco un montón y espero que en este año, tanto el vestuario como yo les podamos dar la recompensa que desean.

-Se ha visto ya a algún que otro aficionado portando su camiseta. ¿Qué le dice a alguien tan joven como usted que este tipo de cosas ocurran?

-Pues es algo muy bonito y que evidentemente te motiva. Es una señal de que estás haciendo las cosas bien y no queda otra que seguir en esta línea.

Simo Bouzaidi, jugador del Córdoba CF, en El Arcángel. Francisco González

-Y existe otro añadido al enfundarse el sombrero cordobés. No sé si lo sabe pero otros jugadores muy queridos por la hinchada hicieron lo propio como Borja García o Momo Djetei.

-Es un detalle también muy bonito. Cuando me lo tiran no lo veo y es Willy el que me avisa y me comenta que no hiciera el feo. Al final, que te enseñen amarillas, me da igual aunque me va a salir cara la broma (se ríe). Es algo simbólico de aquí y es de agradecer que el público te lo ofrezca.

"El público pide espectáculo, que toque el balón y que se juegue bonito. Noto que están muy volcados en mí, eso lo agradezco un montón"

-Supongo que está acostumbrado, al menos en los años anteriores de extremo, a ser más asistente, pero sus últimos goles están decidiendo muchos partidos. Ya pasó en Torremolinos, en Jerez de la Frontera o en Lepe.

-¿A quién no le gusta meter goles? Creo que son etapas, momentos, y si estoy en uno de marcar hay que aprovecharlo al máximo. Si no es así, pues con asistencias que también se me da bastante bien.

-En cuanto a ese choque frente al Xerez CD se ha hablado mucho de un cable donde golpeó el balón. Sin embargo, tal vez no se está dando la valía necesaria a su fe incansable para perseguir al defensor y robarle la pelota a Marc Vito.

-El gol ha sido polémico durante toda la semana. A ver, el balón sale disparado por un despeje de Puga, cae raro y decidí presionar la acción. Si el portero no se complica y la despeja, no se estaría hablando del cable. El fútbol es así, metí el tanto y estamos clasificados para la Copa del Rey que es lo más importante.

-El pelear hasta el final cada jugada es una de sus virtudes. En cualquier caso, ¿con cuál se quedaría personalmente?

-Esta temporada he aprendido a tener la cabeza más fría. En otros cursos me precipitaba mucho a la hora de tener el balón. Ahora, tal vez por la confianza que se me está dando, tengo esa tranquilidad para hacer el uno contra uno ante el rival o combinar con los compañeros, que también me gusta un montón.

-¿Se puede decir para quién va la dedicatoria tapándose el ojo y haciendo esa señal con los dedos?

-No soy de anotar muchos goles, lo que pasa es que últimamente sí entra el balón y se ve más a menudo. La llevo haciendo muchos años y es algo que tengo con mis amigos, un gesto que hemos hecho casi toda la vida. Se lo dedico a ellos, a mis padres y también va hacia mi hermana. Formo con los dedos la Y por ella, que se llama Yasmin.

"Se lo dedico a ellos, a mis padres y también va hacia mi hermana. Formo con los dedos la Y por ella, que se llama Yasmin"

-¿Qué destacaría de este Córdoba que no se haya dicho a estas alturas?

-Uf (se lo piensa). Es que todo es positivo. Nos encontramos en una dinámica donde parece que todo es fácil pero no lo es, es de locos. No hemos perdido ningún partido a estas alturas, solo un empate frente al Tamaraceite y hay que seguir así. Si tengo que sacarle algo bueno es eso, la regularidad del equipo. Vamos partido a partido, no piensa en otra cosa que no sea en la victoria y tenemos un objetivo muy claro que no es otro que ascender, justo lo que demostramos en el campo.

-Hace unas semanas hablamos con su compañero Antonio Casas y nos dijo que eran como uña y carne, dos hermanos vaya. Otro añadido más para que la experiencia sea la mejor posible

-Yo ya sabía que Antonio venía al Córdoba. Entonces, cuando yo ya supe que también lo haría pues fue una inmensa alegría. Es un honor tenerle en el vestuario como en años anteriores, me da la vida fuera del campo. Sobre el terreno de juego ya sabemos lo que es. Lo refleja en cada encuentro y todo lo que tiene la mete dentro de la portería.

-No es el único que conoce de su etapa anterior en el Sevilla FC. También coincidió con Alejandro Viedma y con otros futbolistas que están en el filial como Juanma Bernal o Rober Aguilera.

-Totalmente. También sabía que, además de Antonio, había otros jugadores con los que compartí club que podían firmar aquí. Eso me ayudó mucho, no estar solo en una ciudad nueva porque siempre es complicado irte a otro sitio.

-La pregunta del millón: ¿cómo llega un chaval de Olot al conjunto rojiblanco?

-Pues es fútbol. Recuerdo que estábamos en un torneo que se llama la MIC (Mediterranean International Cup). Se celebra en la Costa Brava y en Cataluña. Formaba parte del Olot, con 14 años y siendo cadete de último año. Llegamos a cuartos de final ante el Aspire y después jugamos con el Sevilla. Hice muy buen torneo y temporada, de tal forma que a los 15 años estaba en el primer equipo y fui hasta convocado contra el FC Barcelona B. Ahí me surgió la opción de irme al Sevilla. Un club muy grande e histórico.

"Con los hermanos Carrasco más de lo mismo. Son unos enfermos del fútbol y todos sabemos que tienen siempre las palabras 'Always tiki-taka' en la cabeza"

-El Sevilla, imagino que eso es otra historia completamente diferente. Una profesionalización muy significativa y una formación futbolísitca que deja huella.

-Venía de un equipo, como quien dice, de pueblo y cuando se me abre la oportunidad es otro rollo. Se nota que es de los mejores clubs de España y Europa. Instalaciones de sobra y gente especializada en todo, en los pequeños detalles están ahí y me han ayudado muchísimo en temas de estudios, psicología y físico. Están encima tuya y a día de hoy soy la persona que soy gracias a ellos.

Simo Bouzaidi, jugador del Córdoba CF, en El Arcángel. Francisco González

-En los escalafones inferiores tuvo a técnicos como a Dimas Carrasco, actual entrenador del Ciudad de Lucena, o a Paco Gallardo. ¿Qué aprendió de aquella etapa?

-Cada año aprendía algo de cada uno. En el primero tuve a Paco Peña y Carlos Sánchez y me cogieron como si fuera su hijo. Sabían que tenía 15 años, que venía de fuera y mi primer año, de su buen trato, parecía que llevaba jugando con ellos toda mi vida. Con los hermanos Carrasco más de lo mismo. Son unos enfermos del fútbol y todos sabemos que tienen siempre las palabras Always tiki-taka en la cabeza. De hecho, hace poco hablé con ellos y la verdad es que aprendí mucho técnicamente. Otro fue Lolo Rosano, que me quitó toda la presión que tenía de fuera, me liberó y gracias a él renové con el Sevilla Atlético. Allí, con Paco Gallardo, pues no me fue tan bien. En este segundo curso fue más revulsivo. Eso sí, siempre hay que agradecer a todos porque te hacen ver el fútbol de otra manera.

-¿En algún momento tuvo la opción de dar el salto a la Primera División con los de Nervión?

-Otra espinita que se me quedó ahí. Pasé de juveniles al Sevilla C, después al Sevilla Atlético y no tuve la oportunidad de mostrarme de cara al primer equipo. No es cuestión mía ni de nadie, sino del club y ahí no me puedo meter. Solo tengo cosas buenas que agradecerles a ellos y poco más.

-Y ahí aparece el Córdoba en el camino de Simo Bouzaidi.

-Mira, tenía ofertas de la Segunda División de Bélgica y casi cerrado para irme. También otras desde la Primera RFEF pero se me abrió la oportunidad del Córdoba. Hablé con mi agente porque recordé cuando estuve en El Arcángel y me dije, joder, el estadio, la historia que tienen. Soy muy friki de todo eso y me llamó la atención entonces mucho el equipo. Cuando se pusieron en contacto y Juanito hizo todo para que fichara, aparqué lo demás y solo miré a los blanquiverdes. Mi padre siempre insiste en que me deje llevar por el corazón. Lo hice y aquí estoy, todo me va bien, estoy en un club muy grande, un club que sueña y eso es lo que a mí me transmite.

"Mi padre siempre insiste en que me deje llevar por el corazón. Lo hice y aquí estoy, todo me va bien, estoy en un club muy grande"

-Ahora tiene como preparador a un Germán Crespo que ofrece un estilo balompédico que le viene como anillo al dedo.

-Germán, desde el primer momento, me dio esa confianza que no tuve anteriormente, ese cariño. Es un juego que me viene de maravilla porque es un entrenador al que le gusta atacar, ya sea por bandas o por el centro. Le gusta también combinar y no se arruga. Si vamos a un campo malo, él quiere que juguemos la pelota sí o sí. Por eso, a jugadores como yo que nos gusta tocar la pelota nos viene de lujo.

-¿Y fuera del terreno de juego cómo se definiría? Porque dentro es un auténtico torbellino.

-Soy muy simple, muy tranquilo y casero. No soy de salir mucho de casa. Me gusta el cine, jugar a la Play y hago videollamadas con mis amigos, mi familia y la gente cercana.

-¿Entonces ve mucho fútbol o prefiere desconectar?

-Pues no soy de ver mucho a no ser que sea la Champions League o algo así. Suelo desconectar, sí, prefiero ver una peli en Netflix o hablar con mis padres. Anteriormente me pasó factura el hecho de obsesionarme todos los días con el fútbol y mentalmente me saturó. He descubierto que cuando estoy mejor es cuando desconecto. Ya en el campo me focalizo en lo que tengo que hacer.

-Decía ahora que juega a la consola, aquí el Córdoba tiene un equipo de eSports y a buen seguro le acogerían para echar algunos partidos.

-Le doy al Fortnite y al FIFA con mis colegas de Barcelona e iría encantado. Me encanta el FIFA, ya los vi en Twitter y me informé de lo del equipo y no me importaría jugar con ellos, la verdad.

-¿Y el tema streamings cómo lo lleva? Luismi Redondo hace directos de Fortnite de vez en cuando.

-No, yo no los haria, jajaja. Sí soy muy friki de YouTube porque tengo algunos amigos youtubers y me lo pongo para entretenerme.

-¿Qué le parece ese vínculo que está existiendo entre creadores de contenido como Ibai Llanos y estrellas de este deporte como Gerard Piqué?

-Me parece muy bien, para qué negarlo. Piqué es un tipo muy listo, sabe cómo gestionar esas cosas y si lo hace es por algo. Hablar por streaming es más sano que con la prensa porque muchas veces intentan meter cizaña. Si él está en directo pues nadie puede achacarle que haya dicho según qué cosas y no hay malos entendidos.

"Soy muy simple, muy tranquilo y casero. No soy de salir mucho de casa. Me gusta el cine, jugar a la Play y hago videollamadas con mis amigos, mi familia y la gente cercana"

-Me gustaría, en un plano más personal, preguntarle por su familia y su adolescencia.

-Mi padre fue jugador de fútbol en la Primera División de Marruecos y ahora está trabajando en el ayuntamiento de Olot. Mi madre siempre ha sido cocinera, lo hace muy bien, y se encuentra en un instituto. Y mi hermana, la única que tengo, está estudiando la ESO y juega al baloncesto. Por suerte todos se encuentran bien y felices. Sobre mi adolescencia, llevo viviendo solo desde los 15 años. Eso me ha hecho madurar un montón como persona y futbolista, ver la vida de otra forma y afrontar mis errores y mis penas solo.

Simo Bouzaidi, jugador del Córdoba CF, en El Arcángel. Francisco González

-Usted, como musulmán, ¿cómo lleva el ramadán en lo referido al ámbito deportivo?

-El año pasado me cogió en la temporada. Intento trasladarlo a cuando esté libre para dar mi máximo rendimiento y no sufrir ninguna lesión. Soy musulmán practicante y, por ejemplo, no como cerdo.

-Cabe recordar que es internacional en las categorías inferiores por Marruecos. ¿El volver a enfundarse la camiseta africana es una motivación?

-La selección marroquí se ha aparcado un poco por el tema del coronavirus. Antes de que aconteciera la pandemia estaba citado para una convocatoria, pero no pudimos desplazarnos. Me gustaría aprovechar que ahora voy bien, pero de verdad que no tengo la cabeza en la selección, solo en el Córdoba y en seguir igual. Si tengo la suerte de ir con mi país y representarlo de nuevo en un futuro pues sería todo un honor.

"Mi padre fue jugador de fútbol en la Primera División de Marruecos y ahora está trabajando en el ayuntamiento de Olot. Mi madre siempre ha sido cocinera, lo hace muy bien, y se encuentra en un instituto"

-¿Se ha planteado llegar al combinado absoluto?

-Pues ojalá pudiera suceder. Ahora hay mucho nivel de futbolistas, sobre todo en los delanteros, y es complicado para el equipo A, que así nos referimos a él. Nunca se sabe, de hecho al entrenador no le importa si juegas en la Segunda de Francia o en Tercera. Si das el nivel vas convocado. Entonces, si no es para el A, está ahí el B, el sub 23.

-¿Qué diferencias encuentra entre el fútbol europeo y el africano?

-Es mucho más agresivo en parte de África, más directo. En Europa existe un poco más de calidad, pero ojo que en África hay jugadores muy top. Mira la selección de Francia, por ejemplo. La mayoría salen de este continente. Creo que está un poco infravalorado porque, como te digo, hay gente muy top.

-¿Siempre quiso dedicarse a este deporte o no era algo que entrara en su cabeza?

-Nada, el fútbol siempre ha estado en mi mente y, gracias a Dios, mi padre me ayudó a ello. Mi madre, sin embargo, me ponía más a estudiar todos los días. Mi padre sabía que me gustaba, que me quería dedicar a ello y no se me daba mal. Recuerdo que cuando mi madre empezó a mirar todo el tema con buenos ojos, por decirlo de alguna manera, fue cuando estaba en el Escola Pia, el filial del Olot. Era benjamín, tenía unos 7 u 8 años, y me llamó el Barcelona para hacer una prueba porque marcaba muchos goles. Me pasé una semana allí, lo hice tan bien que me subieron con compañeros un año más grandes que yo. Otra vez destaqué y hablamos para quedarme en La Masía, pero mis padres no quisieron porque era demasiado pequeño y se me quedó la espinita clavada ahí.

"Era benjamín, tenía unos 7 u 8 años, y me llamó el Barcelona para hacer una prueba porque marcaba muchos goles"

-¿Hasta qué punto le apasionaba el balompié?

-Te confieso que a clase no iba porque, a lo mejor (sonríe), me escapaba para jugar al fútbol con mis amigos. Un día mi padre me pilló y me dijo que si me quería dedicar 100% al fútbol, que lo hiciera y que contaría con su apoyo y me ayudaría a crecer. Ha sido fundamental en mi carrera y gracias a él aprendí a comer bien, a descansar las horas necesarias y hasta entrenamos juntos. Ahora me dedico a lo que me gusta y espero hacerlo durante más años.

Simo Bouzaidi, jugador del Córdoba CF, en El Arcángel. Francisco González

-¿Con qué soñaba de pequeño en relación al fútbol? ¿Cuál era su máxima ilusión?

-Siempre he deseado jugar la Champions League. Era muy del Manchester United de Cristiano Ronaldo, pero muy fan, ¡es que era espectacular! Me imaginaba ser cualquiera de ellos y estar en un estadio grande, con mucha gente, el balón de la Champions, el himno sonando... un sueño, vamos.

-Bueno, en el Sevilla participó en la Youth League en la temporada 2017-18. Digamos que es la Champions League de los juveniles.

-Sí, la Champions de los niños. Sonaba el himno y se me ponían los vellos de punta como ahora que lo recuerdo. Entrabas en dinámica de primer equipo, viajaba con ellos y me acuerdo que nos desplazamos a Moscú, algo precioso. Me encontré a jugadores que ahora están en la élite. En nuestro grupo estaba en Liverpool de Steven Gerrard, que nos metieron cuatro en su campo y cuatro en el nuestro. La mayoría de futbolistas ahora están en la Premier League jugando titulares. Quieras o no es una experiencia que me llevé muy bonita. Espero que no se quede ahí y por qué no, en un futuro, poder jugar en un campo de Champions.

-Lo decía usted, el Liverpool, el Spartak y el Maribor como rivales de grupo para una plantilla donde estaba, por ejemplificar, Bryan Gil. Y fuera de la escuadra sevillista, le apunto: Isak, Phil Foden, Brahim Díaz o Riqui Puig.

-Con Bryan Gil, que ahora está en el Tottenham Hotspur, me llevaba muy bien. Era mi compañero de habitación y nos parecíamos mucho a nivel de juego y como personas. Me alegro un montón por él. Sus padres no lo estaban pasando muy bien en ese momento y se lo merece. Ha demostrado que tiene el nivel y ahí está. Y de los otros que mencionas, pues también lo hacen. Es algo que siempre me ha motivado, me comparo con ellos y siempre está bien pensar en ese pasado.

"Siempre he deseado jugar la Champions League. Era muy del Manchester United de Cristiano Ronaldo, pero muy fan, ¡es que era espectacular! Me imaginaba ser cualquiera de ellos y estar en un estadio grande"

-También, evidentemente, habrá casos completamente opuestos. ¿Conoce a compañeros que hayan tirado la toalla y decidieran dejar el fútbol?

-Sí, tengo muchos amigos que tuvieron que dejarlo por una lesión o algo personal. Es muy duro ver que renuncias a algo que quieres tanto. Al fin y al cabo es la vida, ahí te ponen obstáculos que tienes que saber gestionar. Siempre digo que hay que saber disfrutar del día a día, que no sabes si mañana te puede pasar cualquier desgracia.

-Por fortuna, las cosas le van bien en Córdoba. Para acabar, me gustaría saber hasta dónde puede llegar este equipo y si lo haría con usted en la plantilla.

-No te voy a mentir y decirte que nadie me ha llamado porque sí se han puesto en contacto con mis agentes. Mi corazón ahora mismo está aquí, mi mente también y en enero ya veremos lo que pasa. Repito, estoy muy contento y orgulloso de estar en el Córdoba. El equipo no tiene techo y esperemos que lo antes posible tengamos el ascenso directo. El año que viene será otra historia.