Juan Manuel Moreno presentó, por tercera vez desde el lunes, la bajada de impuestos aprobada por su Gobierno con un acto solemne en el Salón de los Espejos de San Telmo, sede del Ejecutivo andaluz, junto a representantes de la empresa, asociaciones agrarias, abogados y fiscalistas, asesores y consultores andaluces e incluso UGT, el único sindicato que acudió a ver firmar al presidente veintitantos folios de decreto-ley de la Consejería de Economía y Hacienda. Moreno aprovechó el acto para lanzar un aviso al Gobierno de la nación sobre una posible recentralización de impuestos para evitar las bajadas fiscales de las comunidades del PP. Un melón que abrió el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, en contra del criterio que se había dado desde Moncloa, que pidió ceñir el debate a que el PP baja impuestos a los ricos.

Moreno dejó claro que «cualquier medida recentralizadora que invada la autonomía fiscal de Andalucía tendrá una contundente respuesta». El Gobierno andaluz aclara que ante cualquier atisbo de que se limiten sus competencias acudirá al Tribunal Constitucional a dar una batalla judicial y política que estima que tiene ganada de antemano. El presidente andaluz ha conseguido situar en el centro del debate político la reforma fiscal (ayer mismo la Región de Murcia anunció la eliminación de su impuesto de PatrImonio) y los impuestos con mucha eficacia. Es algo que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, lleva tratando de meter en la primera línea de la agenda pública desde que llegó al cargo. Cada oferta de medidas anticrisis o incluso en el decreto de ahorro energético, el PP ha ofrecido como alternativa una bajada de impuestos para dar un respiro con la inflación o la elevada factura de la luz. El Gobierno siempre ha respondido que no era el momento ni la receta adecuada. La reforma fiscal de Moreno ha abierto la pugna fiscal entre comunidades y metido al Ejecutivo de lleno en el tema impositivo (más información en la página 25).

Moreno retó al Gobierno a actuar contra su reforma fiscal porque «en esto nos encontrarán», advirtió, con el aviso de que el Ejecutivo de la nación no está «para quitar competencias y menos si lo hace para subir impuestos a los ciudadanos». El presidente andaluz celebró haber conseguido que Andalucía «lidere el debate económico» en España, algo que hasta ahora, dijo, pasaba «nunca o pocas veces». «Es un cambio de mentalidad”, celebró el presidente andaluz, que sacó pecho porque ahora Andalucía pueda «competir o mirar de tú a tú a Cataluña o a Madrid».

Sobre este asunto, la portavoz del PSOE en el Parlamento de Andalucía, Ángeles Férriz, reprochó al presidente de la Junta que su medida «estrella» para esta legislatura sea «la paguita a los cayetanos», en referencia a la eliminación del Impuesto de Patrimonio.

«Todos esperando a que desde la Junta, que tiene competencias y recursos, se tomaran medidas que complementaran a las del Gobierno de España para una comunidad donde la gente lo está pasando mal y resulta que Juanma Moreno se va a Madrid, se declara in love con la señora (Isabel Díaz) Ayuso y la única medida que toma es la paguita a los cayetanos», espetó en conferencia de prensa.

Tras señalar que han bastado tres meses para que a «Juanma el moderado» se le «caiga la careta», lamentó que el presidente de la Junta no haya respondido a las propuestas presentadas por el PSOE-A, que ejerce una «oposición útil», y le recriminó que se fuera a Madrid para anunciar las medidas fiscales. «Nosotros presentando medidas que afectan al cien por cien de los andaluces para bonificar el transporte a los jóvenes en formación, medidas para que se destinen ayudas a las familias más vulnerables, medidas para que no se queden vacante las plazas en Educación Infantil de 0 a 2 años, y la única medida que toma (Moreno) afecta al 0,2% de la población, a 17.000 ricos», criticó.

También la Generalitat expresó su disgusto. El conseller catalán de Economía y Hacienda, Jaume Giró, acusó a Moreno, y a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de querer «debilitar» a Cataluña para favorecer a sus territorios. «Por cosas como estas, algunos queremos irnos de España lo antes posible», señaló.