La coalición de las izquierdas a la izquierda del PSOE mantuvo ayer su protagonismo informativo en torno a dos ejes. Por una parte, como si persistiera el nubarrón negro que les acompaña desde hace una semana (cuando Podemos quedó fuera formalmente de la coalición al presentar con retraso la documentación ante la Junta Electoral de Andalucía) ayer se supo que el nombre de la coalición, Por Andalucía, fue registrado en 2021 por un asesor del PP de la Diputación de Málaga en la oficina de Patentes y Marcas, enmarcado en la clasificación de «Servicios de grupos de presión política» y con validez por 5 años, aunque la formación política estima que no es incompatible con su nombre. Hay un caso previo, el de los diccionarios Vox y el partido del mismo nombre, pero los primeros no acudieron a los tribunales.

Por Andalucía parece tranquila al respecto, y la tormenta de opiniones surgió porque su presidenciable, Inmaculada Nieto, declaró a El País que la confluencia mantendría una «reflexión muy serena» a la hora de decidir una posible abstención tras los comicios para evitar que el PP, como hipotético ganador pero sin mayoría absoluta en el Parlamento, tuviera que apoyarse en Vox para lograr la investidura de Juanma Moreno y pactar un gobierno de coalición con dicha formación en el Ejecutivo autonómico. La hipotética reflexión serena levantó ampollas en Vox, cuyo portavoz, Manuel Tavira (por cierto, las listas de Vox todavía no se conocen, tienen de plazo hasta el día 16) argumentó que la misión de su partido es la misma a la inversa, que Andalucía no vuelva a estar 37 años bajo el «yugo» de la izquierda. El candidato del PP, Juanma Moreno, prefirió darle «poca credibilidad» a las palabras de Nieto, y dijo que en ese caso Unidas Podemos habría aprobado los presupuestos del 2022. En todo caso, y desde el «respeto», el presidente andaluz opinó que «los partidos políticos tienen que ser formaciones serias y no una plataforma cargada de improvisaciones e incoherencias».

El candidato de Ciudadanos, Juan Marín, que el sábado estará en Córdoba para presentar la candidatura (con problemas como la dimisión en bloque de la junta directiva de Cs en Córdoba), no aludió al asunto directamente, si bien auguró que el partido popular no conseguirá resultados electorales suficientes para gobernar solo, y, en cuanto al asunto planteado por Inma Nieto, dijo que «no quiero que los extremos gobiernen en Andalucía, nunca van a contar con mi voto».

Mientras, el candidato del PSOE-A a la Presidencia de la Junta, Juan Espadas, que visitó ayer la Feria del Olivo del Montoro, dijo que el presidente andaluz y candidato del PP-A a la reelección, Juanma Moreno, le «falta el respeto» a los electores de izquierdas, «que no le votarán» porque saben que eso implica abrir «la puerta a la ultraderecha». La Junta Electoral Central (JEC) ha estimado parcialmente un recurso presentado por PSOE-A en el que constata que el Gobierno andaluz vulneró el principio de neutralidad con las manifestaciones de su portavoz, Elías Bendodo, tras el Consejo de Gobierno del 27 de abril. La JEC insta a Bendodo a no hacer campaña electoral cuando habla desde su cargo institucional. Un tironcito de orejas que dejará buen cuerpo a Espadas para recibir mañana en Torredelcampo (Jaén) el apoyo de precampaña del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.