No pudo enumerar Griñán muchas actuaciones de su Gobierno en la rueda de prensa en la que hizo ayer balance del año transcurrido de las autonómicas del 25-M. El Ejecutivo de coalición que formaron PSOE e IU, más que a gestionar, se ha dedicado a resistir a los recortes impuestos por Bruselas y por el Gobierno de Mariano Rajoy y a intentar marcar la diferencia con el modelo del PP. El presidente de la Junta aseguró que su Gobierno se marcó "desde la estabilidad" cuatro retos: preservar los servicios públicos fundamentales, la sanidad universal, la educación en igualdad y ahora quiere abordar de forma extensa y, con la alianza de ayuntamientos y Estado, un programa contra la exclusión social, ante una crisis que lleva cinco años y que está dejando a muchas personas "en el camino", por el paro y el elevado nivel de endeudamiento de las familias. Griñán dejó claro que las "señas de identidad" de su gabinete son la "transparencia, el diálogo social y la defensa de Andalucía", algo que, a su juicio, se ha materializado en la firma del Pacto por el Empleo, que forma parte de la iniciativa política más importante del año, aún por cerrarse: el Pacto por Andalucía. Destacó además que la Junta ha destinado 600 millones a planes contra el paro.